-Ya estoy cansada pero no quiero ir a casa -digo alzando la voz, la música está muy fuerte. Murdoc me invitó 3 tragos más, eran muy fuertes pero aún estoy consiente de lo que hago. Sí, estoy muy mareada pero consiente.
-¿A donde quieres ir? Ya son las 2 de la madrugada, no creo que algo esté abierto a es tas ho---
-Cállate, tengo sueño. -digo apoyando mi cabeza en su pecho
-Te llevaré a casa.
-Si tú me llevas a casa juro que no voy a hablarte nunca más. NUNCA MÁS. -repito cerrando los ojos
-Satán, está bien... Hay una playa no muy lejos, podríamos ir a caminar.
-¿Quieres ahogarme y asesinarme para luego vender mis órganos?
-¿Qué? Chiyoko---
-NO ME DIGAS ASÍ.
-¿Qué tiene de malo? Tu nombre es lindo
Ruedo los ojos. Me pongo de pie, acomodo mi vestido, cojo mi cartera y hablo
-Vayámonos de aquí.
Él me sigue hasta la salida, está angustiado puedo notarlo
-No debería darte aire, te pondrás peor.
-Hola, ¿Puedo tomarme una foto contigo? -le pregunto a un extraño muy guapo. Él acepta, saco mi móvil y tomo una foto.- Gracias, eres muy lindo -le sonrío y el me devuelve el gesto.
-¿Qué carajos?
-¿Qué? Es lindo. -él rueda los ojos y subimos al auto
Murdoc maneja tranquilamente hasta la playa, no hay personas, sólo estamos nosotros dos. Bajamos y nos sentamos en el muro que divide la pista de la arena. Él se quita la casaca y me la pone
-Típico galán de películas. -río
-Uh.
Me acomodo su casaca y me bajó del muro, caminó por la arena hasta el mar.
-Noodle, cuidado. No te vayas a caer.
¿Por qué no quiere que me caiga? ¿Me está prohibiendo eso? ¡Él me está prohibiendo caer, nadie me prohíbe nada!
Me desvanezco, tengo alas... ¿Verdad? ¿Todos tenemos alas?
-¡Noodle, no! -veo como viene corriendo hacia mí pero cierto los ojos. Espero unos cuantos segundos, pero... Algo anda mal. No estoy mojada totalmente. El agua no ha tocado nada de mí más que mis pies. Murdoc me tiene tomada de la cintura y la espalda.
-Quiero volar -sonrió y estiro mis brazos
-Basta. -dice y me carga- ¿Nunca comes? No pesas absolutamente nada.
-Como hadas y también elfos. Están todos en mi jardín -me relajo, estar en sus brazos es como volar. Estoy volando.
Me deja sobre el muro y saca algo del auto, cuando lo noto bien veo que son dos botellas de vino blanco.
-Las guardo para ocaciones especiales. -sonríe.- Salud
Chocamos las botellas y tomamos un poco. Es amargo pero sabe dulce al final. Agradable.
Pasaron los minutos y seguimos hablando. Ahora conozco más de él, sus madre murió y su padre vive en México. Su hermano Hannibal y él se quieren mucho, me mostró una foto que tenía en su billetera de ellos dos de niños. Sabe tocar el bajo y odia el piano.
-Eres... muy interesante, Murdoc.
Se pone de pie, pero al tener contacto con el suelo se tambalea un poco.
-Mierda... ¿Que diablos? -Intenta caminar pero casi se cae. Se apoya en el muro.
-Parece que Murdoc está ebrio -pensé en voz alta- Rayos.
Me puse de pie pero caí a la arena, mis piernas flaqueaban, estaban fallando al caminar. Me levanto como puedo y comienzo a correr con las manos a los costados, como si fuese una princesa.
-¡Noodle, vuelve aquí! ¡Noodle! -me grita Murdoc pero no me detengo. Volteo a verlo y está corriendo detrás de mí, acelero mi paso pero tropiezo y caigo, él cae encima de mí.
Abro los ojos totalmente, está muy cerca de mí, demasiado. Si estuviese sobria estaría muerta de vergüenza, pero la verdad es que ahora no me importa. Comienzo a reír, eso fue divertido. Pongo ambas manos en su cuello y pego su frente con la mía. Comienzo a buscar sus labios con los míos, no sé que pasa con mi cabeza. Es, en estos momentos, un lío. Jamás he besado a alguien... tal vez esta sea mi primer beso. Cuando estoy decidida un recuerdo se me viene a la mente... lo de esta tarde; Stuart...
Me alejo un poco de él y me levanto de la arena, pongo ambas manos en mis brazos y bajo la mirada.
-Por favor llévame a casa.
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Me atrapaste [[Noodoc]] ©
Fanfiction-¿M-mi número de teléfono? -pregunté. Creí que me odiaba.- ah... Yo... ¡Me necesitan en la cocina, que tenga un buen día! -dije y salí corriendo de ahí