Me atrapaste [[Noodoc]] ©

Capítulo 11

Entré a casa despidiéndome de Murdoc con una sonrisa, me sentía mal. Subí las escaleras tambaleándome.

-¿Noodle? ¡Dios mío, Noodle! ¿¡Sabes que maldita hora es!? ¡Nos tenías preocupados a todos! -me regaña Lucy seguida de Stuart y Mark

-Lo sieeeento -arrastro las palabras

-¿Acaso estás ebria?

-¿Qué? No, no, no -río

-Santos cielos -Lucy se sube una mano a la frente y camina en círculos 

-Noodle, todos estábamos asustados. Estábamos apunto de llamar a la policía. 

-Por mi madre, no sean exagerados. Fui a una discoteca, ¿A qué hora pensaban que iba a llegar? ¿11? No contesté mi celular por que estaba ocupada, estaba paseando con Murdoc. -les sonrio

-¿Murdoc? ¿Quién carajos es Murdoc? -pregunta Lucy molesta 

-Es... es un chico hermoso -suspiro. ¡Cállate, Noodle! ¡Controlate! No puedo...

-¿De qué hablas? ¿Quién es? -esta vez es Stuart

-Shhhh, no grites. -tapo su boca con mi dedo- ¿Saben qué? Tengo sueño, ¡Voy a irme a mi habitación ahora mismo! -entro a mi cuarto cerrando de un portazo, me quito los tacones y me tumbo en la cama. 

-¡¡Noodle!! ¡¡Noodle, despierta!! -alguien me sacude salvajemente

-¿Qué? ¿Ah?

-Debes ir a trabajar, es mediodía.

-Mmmm... Ya voy, ya voy... -digo cubriéndome con las sábanas una vez más

-¡Noodle!

-YA VOY. -me levanto pesadamente y siento un mareo horrible.

-Rápido, abajo está tu desayuno.

-Ya voy... -me meto a la ducha y me doy un baño caliente. Es relajante sentir el agua acariciando mi piel, ayer fue una noche muy linda aunque no recuerde casi nada. 

Salgo del baño y me seco el cuerpo. Me coloco unos jeans azules y una camiseta negra corta. Seco mi cabello y me pongo unas converse. Bajo a desayunar... Una taza de café. Odio el café.

-Buenos días, hermosa. -me saluda Lucy lavando los platos del lavadero

-Buenos días...

-¿Que tal todo ayer? ¿Tiraron? -sonríe

-¿¡Qué!? ¡¡NO!! -digo alterada

-Sólo es una broma, cariño -suelta una carcajada 

-Sí, eh... no tengo hambre. Ya debo irme, adiós. -tomo mi bolso y salgo de casa dejando a Lucy hablando sola. 

Camino rápidamente y me meto por un callejón para cortar el camino. Cuando estoy apunto de salir siento una mano en mi cuello. Intento apartarla pero no puedo.

-Te lo advertí, zorra.

-Shannon... No respiro -digo como puedo, su mano aprieta cada vez más fuerte

Logro sacar de mi bolso mi spray de pimienta y se lo rocío en la cara, le cae justo en los ojos

-¡Ah! ¡Maldita! -me suelta y sube las manos a la cara. Comienza a gritar y a retorcerse en el suelo- ¡Me las vas a pagar, maldita zorra asquerosa! ¡Me las vas a pagar!

Salgo corriendo lo más rápido que puedo de ese lugar. Se me ocurre mirar atrás y choco con alguien. Caigo al suelo. Alzo la mirada, ¿En serio tienes que ser tú?

-¿Chiyoko?

-N-no puedo hablar, lo siento -Ignoro a Murdoc y sigo corriendo, probablemente se quedó mirándome de manera extraña. Llego a la cafetería y dejo mis cosas sobre la mesa del cuarto de descanso, me coloco el delantal negro y tomo mi lapicero

-Llegas tarde, Noodle.

-Lo siento, Ronny... tuve inconveniente 

-Claro -responde sarcástico- Bien, Noodle. Ella es tu compañera de trabajo. Paula. Noodle. Noodle, Paula. -es una chica un poco más alta que yo. Está vestida con una camiseta roja y un pantalón negro con tacones no tan altos. Su cabello es corto y tiene un lunar al lado de los labios. Es linda.

-Hola, que tal -doy la mano y me la estrecha sonriente

-Un gusto.

-Bien, a trabajar. 

Ronny le explica a Paula como debe atender y esas cosas y luego comenzamos. Creo que nos haremos buenas amigas.

Pasaron las horas y todo transcurrió con normalidad, ya no estaba tan atareada pero aún seguía algo alterada por lo de esta mañana. ¿Qué le habrá pasado a Shannon? No la dejé ciega, ¿No?

-Buenas tardes, sexy camarera -alguien me jala del brazo hasta dejarme sentada en sus piernas. ¡Es Murdoc, que vergüenza! 

-H-h-hola... -río nerviosamente y él sonríe con malicia 

-¿Llegaste bien ayer? Te comportaste extraño. Cabe recalcar que casi choco contra un trailer ayer, manejar ebrio es de lo peor.

-Oh, rayos... Bueno, gracias a dios no te pasó nada.

-Griciis i diis ni ti pisí nidi. Gracias a mis estupendas habilidades de manejo, querrás decir. -giro los ojos 

-Cómo sea, ¿Vas a ordenar algo?

-Sólo un café, linda. Oye, ¿Por qué iba tan apurada en la mañana? ¿Alguien te hizo algo?

Me quedo en silencio unos segundos. Estoy pensando seriamente en contarle lo de Shannon, pero no lo hago. Tal vez se sienta culpable y no quiera volverme a ver... y es que yo sí quiero volverlo a ver. Me siento bien a su lado...

-No es nada, es que... Llegaba tarde al trabajo -mentí

-La próxima abre bien los ojos. ¿Te imaginas que te hubieses tropezado con un anciano amargado? Te hubiese gritado y no quisiera que te griten. -me puse un poco colorada al oír eso último

-Lo haré, lo siento por golpearte.

-Descuida. Ahora ve y tráeme mi maldito café. -me levanta y me da una palmada en el trasero. Volteo lentamente y lo miro boquiabierta y con la cara roja a más no poder. él suelta una carcajada. Le saco el dedo medio y vuelvo a la cocina.

Dios mío, perdóname por agredir a Murdoc. Bendicelo y cuídalo siempre.