Porque No Puedo Amarte (Yaoi/Gay)

¿Porque sucedió eso?

- El es mi hermano Benjamín el que te conté.

- Vaya si que se parecen, que bueno que te teñiste el cabello para no confundirlos jeje y la jovencita?

Elliot y la joven que lo acompañaba a él miraron a la colegiala.

- Yo soy Lizzy soy hija de Albert el novio de la mamá de Benjamín y Elliot.

- Oh ya veo es un placer conocerte - sonrió la mayor.

Ambos entraron y yo terminé cerrando la puerta, como era posible, no pensé que algo así sucedería, aunque supongo que al final tenía que terminar de esta forma.

- Ya comieron? O quieren que les prepare algo - pregunté.

- Pues la verdad yo si tengo hambre, tu Elliot? - dijo Sarah.

- También tengo hambre, pero Acaso ya sabes cocinar? No quisiera morir por envenenamiento.

Lizzy comenzó a reír.

- Vaya que son hermanos, te conoce muy bien, yo haré algo para que coman, les facinara.

- No te comportes como si está fuera tu casa, además ya recoge tus cosas que Albert no tardará en llegar.

-Hmm... Pero dejame hacer algo de comer rápido- rápidamente corrió a la cocina, tomo el delantal y saco cosas del refrigerador aleatoriamente picando y colocando la sartén al fuego.

Mientras estaba sentado en el sofá de enfrente donde ellos dos estaban, Sarah no dejaba de tomar el brazo cariñosamente de Elliot.

- Y dime Benjamín, Acaso tienes novia?

- Y-yo no tengo... Estoy muy ocupado con la Universidad así que no tengo cabeza para ello.

- Que responsable, y diferente a Elliot, aunque supongo que debes tener alguna pretendiente por ahí y no te das cuenta.

El comentario sarcástico de la chica hizo que Benjamín se sintiera ofendido, se puso de pie y se dirigió a la cocina.

- Uy perdón hice enojar a tu hermano.

- No te preocupes, el se enoja fácilmente.

Mientras tanto Lizzy terminaba de preparar algunos platillos sencillos Benjamín la ayudó a llevarlos al comedor.

Cuando repentinamente se abrió la puerta de la casa entrando Charlotte y Albert.

- Papí llegaste.

Lizzy corrió a donde el hombre abrazándolo.

- Hola mi vida- dijo el señor

- Hola mamá.

Elliot se puso de pie mirando a Charlotte, lo cual hizo que la mujer se alegrará y fuera a abrazarlo.

- Hijo tanto tiempo como estas hijo mío, quien es ella?

- Se llama Sarah.

- Mucho gusto señora es un placer conocerla al fin, su hizo me contó de usted, no creí que fuera una mujer tan joven y bella.

- Ay muchas gracias querida, el es Albert es mi nueva pareja

- Un placer conocerla señorita.

Todos se veían alegres con excepción de una persona... yo.

Elliot

Mi madre al parecer le había agradado Sarah, me sentía satisfecho, pero no feliz, apesar de tener a alguien a mi lado no podía olvidar mi antiguo amor, tenía que ser olvidado ya que no era correcto lo que hacía.

Volteé a ver a mi hermano quien mostraba una triste expresión,
No hagas esa cara, cuando lo haces me dan ganas de ir a abrazarte y decir todo lo que siento hacia ti aún, cuando abriste la puerta y me abrazaste no pude olvidar aquello prohibido, ese amor por ti que aun ocultaba dentro de mí.

- Entonces ella es la chica que me contabas por teléfono los últimos meses?

- S-si madre yo le...- antes de terminar mi oración Benjamín me interrumpió dando un gran bostezo, siempre haciendo lo mismo para evitar la conversación.

- Disculpen, ya es tarde y mañana tengo clases a primera hora, debo retirarme si me disculpan.

- Claro hijo, descansa muy bien corazón, buenas noches.

- Hasta mañana Benjamín- dijo Albert con una sonrisa.

- Puedo acompañarte?- preguntó Lizzy mientras se levantaba rápidamente de su lugar, lo cual me molesto, esa niña intentando coquetear con mi Benjamín...

Acaso dije "mi", estaba en un error ya no era mío, tenía que olvidarme de él.

Un dolor inmenso sintió mi corazón.

- No! Tu tienes que irte pronto- Excusó Benjamín.

- A mi no me molesta que duerman juntos, ya que no comparten sangre - respondió Albert.

- Pero van a ser hermanos, así que no Lizzy, y tu intenta ser un poco más exigente.

Al escuchar eso Benjamín, Lizzy y yo los miramos sorprendidos, como que hermanos?

- Acabas de decir lo que teníamos pendiente- rió nervioso Albert.

Mamá enseñó un anillo en el dedo anular, nadie dijo nada, con excepción de Sarah.

- Muchas felicidades, Vaya que es grande y brillante espero sean felices, aunque tengo algo que decir también, Elliot también me propuso matrimonio hace algunos días.

Mi mamá dio un grito de emoción que casi nos deja sordos, abrazando a Sarah.

Volteé un poco a ver por la comisura de mis ojos a Benjamín, lo sabia estaba triste, subió lentamente por las escaleras como si estuviese cargando algo pesado, lo siento mucho Benjamín.

Benjamín

Al estar con todos ellos celebrando sus compromisos me molesto un poco, sólo falta que me quieran comprometer con Lizzy... Al pensar aquello un escalofrío recorrió mi espalda.

Me acosté en la cama encima de las cobijas intentando conciliar el sueño pero me era imposible.

Pasaron dos horas quizás cuando empecé a soñar, tenía frío pero suavemente sentí una caricia cálida recorrer por mi brazo, era una mano que entrelazaba sus dedos con los míos, esto me era familia, como si esto hubiese pasado antes, y algo suave tocó mi frente.

Abrí rápidamente mis ojos levantándome pero sólo una manta me cubría, no pude evitar llorar durante un rato hasta que me volví a quedar dormido.

Al la mañana siguiente me metí a bañar y salí a colocarme cualquier cosa para ir a la universidad, tome mi mochila y baje pensando que Mi hermano y su prometida estarían ahí con mamá.

Al bajar un aroma familiar envolvía la sala, el comedor y la cocina, al parecer mi hermano estaba cocinando.

- Benjamín, que bueno que bajas, Elliot preparó el desayuno así que sirvete vamos - dijo Sarah mientras sonreía.

La verdad me era imposible intentar hacer plática con ella pero tenía que decir algo para que no sospechara nada.

- Gracias pero debo irme ya, me compraré algo en el camino, adiós.

- Espera Benjamín- mi hermano salió de la cocina con una sartén colocándola en la mesa, rápidamente se quitó el delantal dejándolo en el respaldo de una de las sillas.

- Voy contigo, me gustaría ver a mis viejos amigos.

Lo miré extrañado volteando a ver a Sarah.

- Y ella? Se quedará en casa?

- Claro que no, yo iré a comprar algunas cosas además de buscar un departamento donde vivir por un tiempo, lo platicamos ayer y pues bueno.

- Ya veo... Bueno apurate entonces - refiriéndose a Elliot mientras que el salia de la casa.

Presiento que este día será muy largo.