Porque No Puedo Amarte (Yaoi/Gay)

La Desgracia se convierte en Fortuna

Era Jueves, ya habían terminado las clases, solo que me había quedado a organizar unos papeles para entregarlos a la profesora de lenguaje.

-Debí haber hecho esto cuando tenía tiempo en el receso...-.

-O vaya, Benjamín aún sigues aquí?- era el profesor William.

Diablos, debí haberle dicho a Elliot que se quedará conmigo.

-Es que, un no termino de organizar unos papeles y la lista de alumnos, para el segundo semestre a la profesora de historia-.

-Ya veo, oye benjamín, quería hablarte sobre el otro día, que estuviste en mi casa...-.

El se acercó repentinamente a mi, recargándose en mi escritorio.

-Me gustaría que tuviéramos un nuevo encuentro en mi casa, que te parece?-.

-N-no profesor, yo lo siento, no podemos hacer eso además yo estoy con alguien más-.

Eso, puede que sirva de algo si digo, eso.

-Pero, me he escuchado que no te han visto con alguien, no me gusta que me mientan- me levante rápidamente de mi asiento apartándome, que quería, debo alejarme de esa persona.

Al intentar salir del salón el me tomo de la muñeca, atrayendome hacia él, mientras me abrazaba, sus manos me comenzaron a acariciar, esas manos se sentían horribles, yo no quería eso...

-No quiero, déjeme- lo empuje y salí del salón corriendo, tenía miedo, creo que no debo regresar por unos días.

Elliot

Que había sido eso, ni siquiera se había dado cuenta mi hermano que yo estaba cerca de la entrada, ese hijo de pu... Intento aprovecharse de mi hermano.

Entre al salón, estaba presionando mi puño, sentía como hervía mi sangre de la rabia.

-Elliot, no pensé que estarías aquí- me miro cínicamente, quien se creía este hombre, tenía ganar de romper algo en su cara.

Lo tome de la camisa, pegándolo fuertemente en la pared.

-No vuelvas a tocar a mi hermano, si no, yo mismo te romperé todo-.

Tome las cosas de mi hermano y me dirigí a casa, donde estaba seguro que mi hermano se encontraría ahí.

Cuando llegue a casa, se encontraba todo a oscuras, ya había anochecido rápido, debo al cambio de horario, así que no me había dado cuenta de la hora que era en realidad.

-Benjamín estas en casa?- deje sus cosas en la mesa del comedor y subí a su habitación si se encontraría ahí.

Antes de entrar a su habitación, escuche su voz, proveniente de la mía, me pregunto que hace ahí.

Al entrar, el se encontraba con una sábana cubierto de pies a cabeza, se veía un tanto adorable. Sin embargo en su expresión se mostraba triste y asustado.

-E-elliot... Yo-.

Deje caer mi sudadera al suelo y rápidamente fui a donde se encontraba él, abrazándolo fuertemente, odiaba verlo de esa manera, no me gustaba que la persona más importante para mi sufriera, estoy seguro que ese profesor no es muy confiable.

-No tienes que decir nada, yo confío en ti, jamás dejaré que alguien te haga daño-.

-S-sabes lo que sucedió?-.

-Si, y lamento no haberte ayudado en ese momento, pero debes estar seguro que ahora no dejaré que nada ni nadie te haga daño-.

Lo empuje en la cama, colocandome encima de él, y mis dedos se entrelazaban con los suyos, nuestros labios se unieron dando a demostrar mi cariño y dando a entender que no tenía de que preocuparse.