Visitas en medio de la nada

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Reí y me acerqué más a Emma.

Todos nos estábamos bañando en un río bastante limpio. Hacía calor y agradecíamos al cielo el frescor del agua. Era la última parada antes de volver a la sede central del Campamento Médico.

Emma se veía muy bien con ese traje de baño... Nos habíamos alejado un poco de los demás, que estaban muy serios y discutiendo, para jugar a perseguirnos y a salpicarnos.

Christina nos había autorizado. No sólo a nosotros, a cualquiera que quisiera hacerlo, ya que habíamos tenido mucho trabajo y nos consideraba merecedores de un descanso. Pero los demás no eran tan divertidos como nosotros.

Emma me salpicó agua y se sumergió en el río.

Reí y me sumergí junto a ella, tomando su cadera para sacarla a flote y salpicarle también.

Protestó.

-Eso fue injusto, si me atrapas no vale.

-Todo vale en el amor y en la guerra.-Declaré con solemnidad.

Emma miró a los demás. Cuando vio que ninguno nos prestaba atención, bajó una tira de su bañador para rascarse el hombro desnudo.

-¿Y qué es esto, Grint? ¿Amor o guerra?

Me sonrojé. Mi ropa interior, ya que no había llevado bañador, se volvió apretada. Diablos, hacía muchísimo tiempo que una mujer no me excitaba así... Su hombro se veía completamente perfecto y moría por besarlo.

Me acerqué dando varias brazadas y tomé su rostro mientras le acomodaba el bañador.

-Vas a acabar conmigo.-Susurré.-Si quieres saber si es amor o guerra, puedo presentarte a mi cama en cuanto volvamos al campamento... Y quizás lo descubramos por nuestra cuenta.

Ella se mordió el labio inferior y se acercó aún más a mí, buscando mis labios.

-Quizás yo ya he descubierto qué es.-Susurró tímidamente.

Me sonrojé y tomé su rostro.

Antes de poder besarla, sin embargo, alguien me llamó. El doctor Richard.

-¡Grint!

Me apresuré a alejarme de Emma. No quería que me regañaran por comportamiento inadecuado.

Ella también se hizo hacia atrás y salí del agua frunciendo el ceño.

-¿Qué ocurre, doctor?-Pregunté tomando una toalla para secarme.

-Tiene visitas.

-¿Visitas?

¿Visitas? ¿Quién me visitaría allí, en el medio de la nada?

-Sí. Allá está.

Emma se acercó a nosotros, también secándose.

Vi una silueta de pie a pocos metros del río y me acerqué. A medida que lo hacía, comprendí quién era. Justine.

Tenía los brazos cruzados y no se veía feliz. Conque por eso no me respondía... Estaba volando hacia Ghana.

Y debía haberme visto con Emma... Diablos.

Fruncía el ceño con severidad.

Emma se había acercado también, y no me quedó más remedio que presentarlas.

-Emma, ella es Justine.

-Su novia.-Intervino ella extendiendo la mano.

Emma la estrechó y me miró de reojo. Me sentí horrible. No debí jugar con sus sentimientos, especulando sobre mi ruptura. Sobre todo porque estaba despertando a mis sentimientos también, los que había creído olvidados ahora resurgían hacia otra persona.

Tropical [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora