El chino no es fácil de entender

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-Agh, maldita luz.

Me puse boca arriba y cubrí mis ojos con la almohada. Debíamos cambiar la cama de ángulo para que no me diera directamente en el rostro al despertar.

Suspiré. La cama olía a Emma. Cuánto la extrañaba... Por suerte regresaría ese día.

Bostecé y me estiré en la cama. Era domingo, no tenía ninguna intención de ir a trabajar ni de levantarme de la cama hasta que no llegara el avión de mi novia.

Estiré mi mano para tomar mi móvil.

La luz de la pantalla molestó a mis ojos también.

Bostecé. Tenía un mensaje de Emma.

"Amor, el vuelo se retrasó por mal tiempo. Sale en doce horas más. Lo siento, no llegaré antes de mañana."

Fruncí el ceño. Esas malditas aerolíneas... Bien, si no tenía que ir a buscarla al aeropuerto, dormiría otro rato.

Dejé mi móvil y volví a cubrir mis ojos con la almohada.

Evidentemente la mala suerte me perseguía... Siempre nuestros vuelos se retrasaban o pasaba algo. Para llegar a Inglaterra, en el aeropuerto estaban de huelga y tuvimos un serio desvío... Acabamos llegando a Londres en tren.

Estiré otra vez mis brazos y pensé en que debía hablar seriamente con Emma cuando regresara por dos cosas. Mejor dicho, tres.

La primera, había que mover la cama o comprar persianas nuevas.

La segunda, sus galletas eran lo más delicioso que había probado en mi vida.

Y la tercera, saber qué había ocurrido con su embarazo. Era la más importante de todas.

Recordé la semana anterior a que se fuera y suspiré.

La echaba de menos.

De pronto, sentí algo sobre mis labios. Otra boca.

Un intruso... Pero besaba exactamente igual que Emma... Aunque no podía ser, ella no regresaría hasta el día siguiente...

Mi duda se resolvió cuando apartó la almohada y su inconfundible cabello castaño cayó sobre mi rostro.

-¡Eres tú!-Dije con entusiasmo abriendo los ojos y acariciando sus mejillas.

Sonrió.

-¡Hola!

Sostuve su cintura y giré para atraerla hacia mí.

-Te eché de menos.

Sonrió otra vez y enterró su rostro en mi pecho.

-Creí que te agradaría saber que mi vuelo salió antes... Necesitaban la pista de despegue para un vuelo reprogramado después.

La abracé con más fuerza.

-¡Es la mejor noticia del siglo!

Mordió su labio inferior, como hacía cuando estaba contenta.

-Tengo otra.

-Dime.

Rió.

-No, no... Hablemos un poco primero.

Acaricié su rostro.

-¿Cómo está Zane?

-De maravilla. Cuando regresé le estaban haciendo unos estudios para evaluar la operación y todos fueron positivos... Parece que no tendrá ningún inconveniente.

La besé suavemente.

-Es una noticia genial.

-Sabía que te agradaría.

Tropical [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora