Arma de fácil uso contra serpientes asesinas

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Bostecé mientras el avión aterrizaba. Estaba cansado. Había sido un largo viaje hasta Ghana.

Ni bien bajé noté el cambio drástico del clima.

La humedad en el aire y el calor extremo que chocó con mi cuerpo me hizo comprender que lo que llevaba puesto era demasiada ropa para el ambiente tropical.

Hice los trámites correspondientes para mi ingreso al país y busqué entre las personas del aeropuerto a quien me llevara al Campamento Médico.

Un hombre mayor sostenía un cartel que decía "Rupert Grint - Inglaterra".

Me acerqué a él y me presenté. El hombre me respondió con una sonrisa y una educada bienvenida en inglés.

-Me llamo John Richard y soy el director del hospital local. Bueno, del Campamento, en realidad.

Asentí.

-Es un gusto conocerlo. Soy Rupert Grint.

-El gusto es mío. El doctor Lewis siempre nos envía médicos nuevos que son brillantes.

Sonreí.

-Espero estar a la altura de sus expectativas.

-También lo espero.

Richard me condujo fuera del aeropuerto y me hizo subir a un jeep.

El viaje en jeep duró unas cuatro horas, adentrándonos en lo profundo de la nada misma primero y de la selva tropical después. Pasamos por poblaciones grandes, pero al parecer no eran nuestro destino final porque no nos detuvimos allí. El jeep se acercaba más a un macizo de árboles, lejos de cualquier población...

Mientras los insectos luchaban por devorarme y los rayos del sol por derretirme, mantuve una conversación muy interesante con Richard sobre el Campamento Médico.

Se desplazaba constantemente buscando tribus nómadas o poblados aislados que no tenían acceso a hospitales. Vacunaban a todos, repartían agua potable y víveres, trataban a ciertos pacientes... La sede central estaba allí, en Ghana, pero durante el año llegaban hasta el sur del desierto del Sahara, en Malí, al norte, pasando antes por Burkina Faso.

-Hay médicos de todos los sitios del mundo.-Anunció con orgullo.

-¿Y de Inglaterra?-Pregunté.

Pensaba en cómo haría para comunicarme sin tener idea del idioma que usaban los nómadas.

-Una doctora. Es brillante, le agradará cuando la conozca.

Asentí, preguntándome quién sería.

-Respecto a la comunicación, hay varios nativos que saben hablar en inglés, sobre todo los pacientes permanentes. No se preocupe por eso, siempre puede pedir a la doctora Watson que sea su traductora, o a mí.

Sonreí.

-Cierto. Se lo agradezco.

Llegamos por fin a destino.

-Este es el campamento principal. Aquí solemos establecernos cuando no nos desplazamos. Hay varios poblados cerca y este es realmente un buen emplazamiento.

Asentí.

-Puedo mostrarle el lugar...

-¡Doctor Richard, tenemos un problema!-Un chico apareció corriendo.

Llevaba una bata blanca y sudaba muchísimo.

-Lo necesitamos de inmediato.

-Lo siento, señor Grint, su visita guiada tendrá que esperar. Aquel es su bungalow. Pida las llaves en la Oficina Central. Siéntase libre de recorrer y hacer preguntas.

Tropical [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora