10. Poco duro tu admiración

1.9K 290 67
                                    

Camino como hombre en aquella plaza a la que Aradia me ha invitado, para que le dé algún consejo, y luego subo los anteojos de sol sobre mi cabeza, para después señalar un lugar en específico.

—Este es el lugar perfecto para sacar la fotografía —aconsejo.

—¡Que genial! —grita Aradia y agarra del brazo a Jovan llevándolo hasta allí, para que se pongan en frente de la fuente —¿Aquí? —sonríe ampliamente.

—Sí, ahí será estupendo.

—Y pondremos flores, aquí, aquí y aquí —le señala la brujita a su prometido y este se ríe.

Ya se pusieron acaramelados, mejor me distraigo con otra cosa. Camino hasta los empleados y los ayudo a levantar las cajas. Aradia y Jovan harán una enorme boda, esto es muy emocionante. Ya estoy pensando en la fiesta, voy a bailar toda la noche.

—Hasta que al fin muestras tu verdadero rostro —visualizo a Seyn apoyando el equipo de sonido en el suelo.

Me le acerco y me cruzo de brazos.

—¿Tengo que soportar tu cara cada vez que vengo a ayudar a Aradia?

Sonríe.

—No olvides que es mi prima.

—Y tú no olvides quién te ayudo a descubrirlo —frunce el ceño cuando se lo aclaro.

—No tengo que agradecerte nada.

—No me importan tus gracias, sigo esperando mi disculpa.

Rueda los ojos.

—No voy a disculparme de nada.

—¿Sabes? Tu amor por tu Mariposa se convirtió en asco cuando descubriste la verdad. Encima, que poco te duro la admiración por Darren Wein —hago una pausa —. Acéptalo de una vez, soy ambas personas y no me molesta en lo más mínimo, pero a ti sí, que extraño es el mundo ¿no? —me giro —No perderé más tiempo con gente que no vale la pena.

Soy tan astuto que siempre que le digo algo se queda callado.

Levanto la vista y miro hacia los árboles de la plaza, hay un pequeño destello a lo lejos, que no me gusta nada. Me acerco a Emmet y se lo señalo.

—Iré a investigar —me aclara.

—No, deja, debe ser mi imaginación, estoy paranoico —me río y niego con la cabeza —la persona que me sigue no puede estar tan cerca, menos sacando alguna fotografía —ya que el destello me recuerda al brillo de la lentilla de una cámara.

—Lo revisaré.

—¡Que no hace falta! —me altero.

—Será un segundo, ahora vuelvo —Eso no me tranquiliza.

La perfección #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora