La perfección #2

25. Desaparecidos

Rein come frutillas con crema... ¡¡Con crema!! ¡¿Se entiende lo que significa eso?! Voy a tener que pensar en otra cosa, pero no puedo, no me sale.

Camino al banco dónde se encuentra y me siento a su lado.

—No puedes comertelas todas ¿sabés? El del cátering se enfadará.

Cierra la boca antes de meterse la siguiente y gira su rostro a obsevarme con preocupación.

—¿Y qué debería hacer? Esto es delicioso —se relame los labios al tener crema en estos.

Oh Dios, esa lengua.

—Yo... —me muerdo el labio inferior —yo guardaré tu secreto.

Sonríe.

—Que amable, gracias —mete la frutilla en su boca.

—Ni te imaginas.

—¿Qué?

—Nada —giro la vista y veo a Emmet que entrecierra los ojos.

Presentía que alguien me estaba mirando pero... Observo para el otro costado del salón, y Seyn también está viéndome, pero este frunce el ceño.

Genial, tengo un harem masculino, seré sultana. En la próxima oportunidad, quiero uno femenino, hay que pedirlo para Navidad.

Volviendo a la realidad, me robo una frutilla y salgo de allí.

—¡Ah, mi frutilla! —se sobresalta Rein, pero después se concentra en otra.

¡No te distraigas más!

Lamo mis dedos que se mancharon con crema y luego me quedo quieto. Bien, todo el mundo a trabajar, al fin no me siento observado. Ayudo con otros preparativos para la fiesta y cuando termino me doy cuenta que Emmet ni Nadir se encuentran presentes.

—Que raro —opino.

—Quizás salieron  —sugiere Aradia cuando le pregunto si los vió, así que asiento y voy a asegurarme.

Voy a la calle pero tampoco veo a ninguno. Están al lado mío todo el tiempo, son como garrapatas ¿A dónde se metieron? Me harán preocupar.

Camino atrás del edificio, ya que allí, se encuentra el patio trasero del salón, que no he revisado, pero tampoco los veo. Ya no se me ocurre por dónde buscarlos.

Voy a volver a dentro cuando alguien cubre mi boca con su mano, por un momento me asusto, pero al siguiente cuando me empuja contra la pared y le veo la cara, bufo.

—¿Y tú qué quieres? Seyn Bradford —digo su nombre con molestia.