La perfección #2

12. No es una predicción

Voy en dirección a dónde están Jovan y Aradia pero me detengo al ver llegar a Ace, el cual se acerca a saludarme primero, así que sonrío.

—Hola, florecita —me dice con el típico apodo que me tiene.

—Hola, cariño —bromeo y apoyo la mano en mi pecho —¿Me extrañaste?

—¿Yo? Siempre —me sigue el juego.

—¿Quieres ser mi amigo con derecho?

—Ay me encantaría, pero eso de verdad —se ríe.

—No exageremos —río también.

Comienza un tema diferente y se pone serio.

—¿Has contado sobre tu acosador a la angelical hechicera y al rico caramelo?

—No —digo nervioso —no les quiero arruinar la boda, la fiesta, todo con mis problemas.

—Me alegra que confíes en mí, lástima que no tengo una predicción para ti, porque no traje mis cartas, pero nada saldrá bien si no eres sincero y creo que ese sentimiento lo conoces muy bien.

—Lo haré después de la boda, tranquilo —sonrío.

—Bien, mientras tanto te cuidare la espalda —se acerca y me da un beso en la mejilla.

Toco mi cachete al sonrojarme.

—Tú sigues trayéndome sensaciones ¿Cómo lo haces?

—Experiencia —se muerde el labio inferior.

—Igual no seré tu amigo con derecho —sonrío —. Hay un límite para todo —río otra vez.

—El libertinaje no tiene límite.

—Para ti —hago una carcajada.

—A mí no me engañas.

—Cierto, pero no te daré detalles —le guiño el ojo.

—Eso es trampa, pero la aceptaré, quizás un día me dejes jugar contigo.

—Quizás.

Nos acercamos a Aradia y Jovan, para que los saludé, mientras seguimos con los preparativos de la fiesta. Me encanta que esta parte será al aire libre, es reconfortante.