La perfección #2

24. Es un manjar

Por temas de tiempo y algunos problemitas de papeleo sin sentido, Jovan y Aradia tuvieron que posponer la boda. Cuestión que tenemos más días para preparar todo, al menos ya no tendremos que estar corriendo.

—Ya, ya —le digo a la brujita que llora, dándole palmaditas en la espalda, mientras estamos sentados en uno de los sillones del salón —es culpa de la recepción, Jovan ya lo arreglo, no estés triste.

—Pero... pero... ¡Iba a ser mañana! —chilla.

—Mira el lado positivo, puedes agregarle más cosas a tu boda —sonrío.

—¿De verdad? —levanta la cabeza.

—Obvio que sí, tienes al prometido más rico de todos, debes gastar todo su dinero —levanto el puño —¡Sin compasión!

Se ríe y se refriega los ojos.

—No seas malo.

—No lo soy —alzo las manos —porque sé que Jovan no se enojara por haberte levantado el ánimo.

—Ya vine a ayudar —dice Eliza llegando.

—¡Vino la vaga, explota el mundo! —bromeo levantándome del sillón y poniendo las manos en mis cachetes exagerando.

Se ríe la cobriza.

—Estaré un tiempo por aquí, pero mientras tanto tengo un ayudante —señala a Rein trayendo una caja —mi sorpresa está ahí.

Me daba curiosidad la sorpresa, pero aparecieron esos ojos celestes y ahora tengo otras necesidades.

—Hola Rein —revoloteo mis pestañas de mujer.

—Hola, ¿Cómo estas? —sonríe.

—Te dije que no es un juguete —me reprende Eliza y lo empuja para que camine —. No te distraigas o sufrirás las consecuencias y Maik me matará.

—Me prometiste torta —hace puchero.

—Sí, sí, pero primero muévete.

—Huy un chocolate nuevo —opina Ace acercándose hasta mí —que rico postrecito.

—Yo diría manjar —lo corrijo y se ríe —. Si puedo me lo como.

—¿Por qué hablan de postres? —ladea la cabeza Aradia.

—Ya no puedo seguir hablando —sonríe Ace —aunque... —mira a Tarik —puedo hacer otras cosas.

—No lo malpensaré, porque sé que no eres un depravado —acoto.

—No hables de esas cosas adelante de inocentes —me reprende y mira a Aradia que está sonrojada.

—Yo... yo entendí la indirecta —dice a su modo tierno la brujita.

Bufo.

—Vale, perdón.