87. Frustración

1.2K 199 66
                                    

Trago saliva, respiro agitado y retrocedo cuando Emmet deja de estar sentado en la baranda del balcón, para luego caminar hacia mí. No deja de obsevándome con ese semblante serio que siempre ha tenido, ese que pareciera que jamás cambia, sin embargo a veces sí lo hace.

—¿Me tienes miedo Darren?

—¡No, que va! —exclamo de manera exagerada por los nervios —Tengo un chupasangre en frente de mí, que encima quiere secuestrarme, ¡Pero esta todo bien, siempre encuentro una solución!

Se ríe.

—No voy a secuestrarte —su gesto alegre vuelve a serio nuevamente —No esta noche.

—¿No? —expreso desconfiado.

Me sobresalto cuando pasa por mi lado, pero no me toca ni pelo. Pone la mano en su bolsillo y cruza la puerta corrediza de vidrio, caminando hasta el living. Como si nada, agarra una copa y se sirve un vino importado.

—Nadie te dió permiso —le aclaro cuando voy hasta dónde está, pero cuando me observa ya me acobarde —. Eh, quiero decir, tú sigue. No vas a matarme ¿cierto? —digo intentando descubrir que hace aquí realmente.

—¿Por qué iba a asesinarte? Muerto no le sirves a mi hermano y además, ya te dije que no he olvidado mi promesa.

—Eres un chupasangre, por eso. Tu hermano quiere sacarme los sesos, seguro y lo peor, tu promesa es vacía, así que no me la creo.

—Cierto, voy a matarte ahora ya que nada de lo que dije tiene valor —expresa mirando fijamente la copa y aparece delante de mí, así que me asusto —. Puedo notar el miedo que sientes —se acerca a mi rostro —Creí que Darren Wein, no era cobarde.

—No lo soy —trago saliva —pero no voy a negar que temo por mi vida, todo ser humano alguna vez tiene miedo, eso es innegable.

—Tú no eres un ser humano, ya no —agarra mi cabello despacio —aunque, tampoco voy a negar que tu sangre no sabe cómo la de uno, porque estaría mintiendo.

—Si vas a matarme hazlo rápido —frunzo el ceño —. No tengo todo el día.

Toma un sorbo de la copa que sostiene y hace un gesto desagradable.

—¡Las cosas ya no son como antes! —Tira el vaso furioso, rompiéndolo en mil pedazos y se gira alejándose de mí —. En un momento estoy a esto de acercarme a Rein —hace un pequeño movimiento con sus dedos —y al segundo, me encuentro de viaje siendo tu guardaespaldas. Soy un vampiro, después me siento humano y luego vuelvo a ser vampiro —golpea la pared sacando toda su ira y grita —¡Es frustrante!

El concreto se rompe, su mano sangra, me sobresalto cuando sus ojos brillan a ese intenso rojo y lentamente se cura, pero se nota que sigue frustrado. Mi necesidad de querer ayudar está latente, no puedo evitarlo, es mi naturaleza, la mariposa en mi cuello brilla como si no estuviera en frente de un enemigo. Tomo mucho aire y me acerco hasta él lentamente.

—¿Quieres hablar?

~•~

Darren, el psicólogo 😂

La perfección #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora