Noche especial.
Me arrastró por la escuela hasta un lugar alejado, un lugar que yo conocía bien, el lugar a donde fuimos por primera vez, de su mochila sacó un encendedor y empezó a prender velas, yo la miré extrañada, no sabía bien que pasaba y con varias puestas y algo de luz pude ver que en el lugar había una manta puesta y una hielera, Jade la abrió y sacó una botella de vodka y dos vasos rojos, sonreí, ella nos sirvió a ambas, me dio un vaso que cogí con gusto y puse un de mis manos en su cintura, ella me abrazó por el cuello sonriente.
-¿Lo tenías todo listo?- Pregunté aun sin creermelo.
-Tenemos que festejar de algún modo ¿no?- Sonrió con malicia.
-¿Qué pasaba si perdíamos?- La vi interrogante.
-Imposible.- Dijo tomó un sorbo a su baso. -Tú siempre ganas.
Sonreí ante aquello, ella tenía fe en mi. -Bueno... Brindo por el partido ganado... Y por mi suerte al tener a la novia más hermosa de todas.- Dije y chocamos vasos para luego beber de ellos, me sonrió de medio lado.
-Tu eres la mas hermosa...- Dijo y me besó, era un beso suave y lento, pero a la vez sensual. Me guió a la manta y nos sentamos ahí mirando las estrellas mientras hablábamos y bebíamos.
-Empieza a hacer frío ¿no crees?- Dije de pronto. Sólo vi a Jade tomar su mochila y sacar otra manta. Sonreí. -Si que lo planeas todo.
-Así es...- Sonrió con victoria se recostó conmigo y nos cubrió con la manta. -Kara... Se acercan las vacaciones de navidad...- Parecía algo ansiosa.
-¿Qué pasa con eso?- Dije algo confundida.
-Pues aun tengo que hablarlo con mis padres... Pero me gustaría que vinieras conmigo... Claro si no hay problema.- Parecía muy nerviosa.
Sonreí y la abrace más a mi.- Me encantaría, princesa.
-¿Princesa?- Dijo levantándose para verme a la cara. -Eso es nuevo.- Sonrió.
-¿Prefieres cerebrito?- Bromee a lo que río.
-Princesa esta bien.- Sonrió. -Estas hermosa...- Clavó su mirada en la mía. -Me encantan tus ojos...- Me acarició el rostro. -Tu cicatriz...- Y la acarició. -Tus labios...- Pasó su dedo por ellos y se mantuvo en mi labio inferior un segundo, sus ojos ardían parecía un verdadero infierno en esos hermosos ojos cafe, parecía debatirse algo, yo sólo podía verla estaba como hipnotizada, lentamente bajó su dedo de mi labio hasta mi barbilla y la levantó levemente para luego acercarse a mi y besarme lento, casi tortuoso cada vez un poco mas rápido y profundo, empezaba a sentir calor, entonces me mordió el labio inferior. Sus labios dejaron los mios sin soltar mi labio inferior de entre sus dientes, abrí los ojos y ahí estaba ella mirándome expectante, como retandome a hacer algo en silencio, soltó mi labio lento y suave sin apartar su mirada de mía.
-Al diablo.- Fue lo único que pude decir antes de ponerla bajo mi y besarla con furia, entre mordidas y respiraciones agitadas lamí su labio pidiendo permiso para entrar y ella accedió rápidamente. Se estableció una lucha por el control entre nuestras lenguas como una danza previamente coreografiada, mi mano se deslizó bajo su blusa y la escuché gemir levemente, mi excitación subía, sus piernas abrazaron mi cadera y sus manos buscaban desesperadas el final de mi blusa, cuando la encontró intentó quitármela y la ayudé, empecé a morder su mentón y bajar por su cuello entre mordidas y besos húmedos mientras ella luchaba por mantener sus gemidos, le quite la blusa y bese sus pechos al rededor de su bracier para luego bajar por su abdomen y llegar al comienzo de sus pantalones, daba pequeños mordiscos a su piel lo que la hacía arquearse levemente. Me separé levemente y le quite el pantalón con delicadeza, empecé a besar sus piernas desde sus tobillos hasta su cadera, volví a su boca y con mis manos empecé a jugar con sus pecho y trasero lo que parecía gustarle. Le mordí el labio y arqueo la espalda mientras soltaba un leve gemido, deslicé mi mano por su espalda para desabrochar su bracier, me deshice de el, me aparte un poco para mirarla. Las sobras que creaban las velas parecían danzar en su piel y sus pechos. Oh sus hermosos pechos. No pude más y regresé a su cuerpo lamiendo al rededor del pezón ya erecto mientras mi mano jugaba con su otro pecho, lo empecé a morder y una ola de gemidos se abrió paso hacia mis oídos, por fin chupe su pezón y sentí como su cuerpo tembló bajo el mío, empecé a bajar de nuevo, la quite las bragas y volteé a verla, ella se cubría con una de sus manos. -¿Ahora tienes pena?- Sonreí y ella sólo asintió. Subí hasta su rostro y tomando su mano la puse sobre su cabeza, clave mi mirada en ella y ella en mi, su mirada era electrizante, con lentitud empecé a recorrer su cuerpo con mi otra mano sin dejar de verla a los ojos hasta llevarla a su intimidad, toqué su clítoris y ella se estremeció, lo acaricié en círculos lentamente mientras Jade gemía, aumente la velocidad cada vez más, ella cerró los ojos del placer y entonces la penetre con dos dedos, un fuerte gemido escapó de sus labios, la empecé a embestir más rápido, ella se unió a mi haciendo un movimiento de cadera para profundizar, en busca de más contacto, gemía fuerte y alto, con su mano libre me tomó del cuello y me atrajo hacia ella para besarla, se aferró a mi cabello sin dejarnos de mover, empecé a sentir como sus paredes se apretaban a mis dedos y al mismo tiempo me mordía el labio inferior deforma violenta para luego relajarse, salí de ella y me acosté a su lado ella se acurruco contra mi aún jadeante.
-Eso... Yo... Wow- Dijo de forma entrecortada.
Sonreí. -Lo se cariño, lo sé.- Miré las estrellas, ya era tarde. -Deberíamos regresar a la habitación ya es tarde.
-Pero aún no terminamos...- Dijo confundida.
-¿Lo dices por mi?- Ella asintió. -No te preocupes por eso, cariño, después será.
Y con una Jade confundida a mi lado nos vestimos, recogimos todo y fuimos hacia nuestra habitación.
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Rebelde tentación. (Editando)
Подростковая литератураJade era una chica común, estudiosa y bien portada, pero todo su mundo es puesto de cabeza al ser transferida al Internado para chicas Hill HightSchool, donde se ve obligada a compartir habitación con Kara, la chica más problemática de ahí.