Confuso.
(Kara Hills.)
Los días pasaban y McWiber cada vez se las arreglaba mejor para ser mi "enfermera" aun que por lógica, con cada día que pasaba yo la necesitaba menos, a menos de una forma medica, a decir verdad y aun que no quiera admitirlo, McWiber se había portado muy bien conmigo, si... Aun peleábamos, porque aun éramos nosotras, pero las peleas eran cada vez menos frecuentes y eso no me disgustaba, era lindo, pero extraño... No me había sentido así en un tiempo y eso era malo, daba miedo.
Jade se encontraba preocupada de dejarme sola por ir a la obra. -Por última vez, cerebrito, puedo cuidarme sola, no quiero ir a ver la obra si no estoy en ella, así que no te preocupes y ve.- Era la décima vez que se lo decía. Ya casi era hora de la segunda función y ahora que mi suplente se sentía bien, no había necesidad de que yo me hiciera la heroína.
Ella me veía indecisa y se acercó a mi y se sentó a mi lado, la vi expectante, esperado su siguiente movimiento. -Promete que si necesitas algo me llamarás de inmediato.- Me veía seria. Estaba por negar, pero ella tomó mi mano con las suyas. -Por favor... Promételo...- Ella se veía genuinamente preocupada lo cual me parecía patético, tiernamente patético.
Suspire con cansancio. -Bien...- Cedí con un gruñido. -Ahora vete, se te hará tarde. -Dije volviendo mi vista a la TV donde se podía ver a Barry Allen preocupado, no quería seguir viendo a Jade con esa expresión, hacía a mi corazón saltar y no necesitaba eso en mi vida, más bien no lo quería. <<¿Por qué tanta preocupación mundo?>> Pensé medio molesta.
Sentí que las manos de McWiber dejaron la mía y volteé a verla justo para observar como se ponía de pie. -Bien, me voy.- Anunció mientras caminaba a la puerta.
No contesté nada, no había necesidad, ella salió y me centré en la serie que veía o eso intentaba, pero mi mente solo estaba llena de una cosa. Pasaba el tiempo y me era imposible concentrarme en la serie, así que había terminado apagando la televisión, el tiempo siguió pasando, yo seguí aburriéndome. Seguro que McWiber habría encontrado la manera de hacer las cosas interesantes o podía entretenerme simplemente molestándola. Si fuera ahora mismo a función seguro ella estaría muy molesta. Me puse de pie con mi bastón y empecé mi camino hacia el teatro de la escuela, llegué sin ninguna molestia, me sentía bien, entré y me senté en la parte de atrás, la cara de McWiber fue un poema al darse cuenta de que estaba ahí, pero rápidamente se recompuso, aunque de vez en cuando me daba miradas de molestia y preocupación a la vez. La obra en general era buena, pero fue mucho mejor conmigo en el escenario aun con mi pie mal.
El final se acercaba y me estaba incomodando, aunque no sabía porque, hasta que pasó, McWiber besó a Eleonor y empecé a sentir como si quisiera patearle la cara. Me puse píe justo cuando el telón cayó. Me sentía molesta, muy molesta, pero no quería aceptar porque, lo sabía, sabía que ver a Jade besando a esa chica me había movido de alguna manera, pero no iba aceptarlo, uno porque no entendía exactamente porque me sentía así, ella y yo no éramos nada y aun que ella me gustara yo no podía gustarle ella era heterosexual o amenos eso había dicho, y dos ella era una cerebrito ¿Cómo podía siquiera agradarme? Era algo así como lo contrario a mi.
-¿Qué haces aquí?- Escuché que preguntaba a mi espalda, ella sonaba enojada.
Me giré para verla. -Estaba aburrida.- Traté de sonar despreocupada.
Jade me miraba incrédula. -Y ¿Tu solo saliste y viniste hasta acá sola?- Ahora realmente estaba molesta. Se puso frente a mi. -Pudiste haberte lastimado.
-¡Estoy bien!- Grité llamando la atención de algunas personas. -No soy una invalida.
-Sé que no, pero diablos, Kara algo te pudo pasar.- Ella sonaba como si quisiera mantener la calma.
Me tuve que forzar a mirar hacía otro lado. -A todos nos puede pasar algo, cerebrito todo puede pasar en un segundo y yo en este segundo quiero irme.- Declaré molesta.
-¡Oh! Así que estas molesta.- Ironizó. -Yo soy la que debe estar molesta, Kara, lo prometiste.- Y eso dolió, era verdad lo había prometido, pero también estaba molesta y sabía que no tenía el derecho de estarlo y ese sentimiento me carcomía ¿Qué carajo le iba a decir? ¿También estoy molesta porque besaste otra chica en escena? ¡Hasta en mi mente sonaba estúpido! -¿Cómo se supone que confíe en ti si dices algo y haces lo contrario?- No sabía que decir, solo me quedé ahí con la vista fija en el suelo, como un niño regañado. –Kara, mírame.- Ordenó, lo hice y joder ella si que daba miedo.
-¿Qué?- Gruñí y traté de cruzarme de brazos, pero no podía por el bastón.
Ella me veía atenta. -¿Por qué estas enojada?- Preguntó realmente sin entender. -Tu eres la que rompió su promesa.- Se cruzó de brazos. –Yo soy la que debería estar molesta, pero me preocupa más el saber que te ocurre que simplemente no puedo molestarme.- Dijo con frustración.
-Porque quería ver la obra y cuando la vi me sentí frustrada de no estar haya arriba ¿ok?- Mentí y me felicité a mi misma por encontrar una excusa creíble. -Si... Yo sé que esto no será mucho tiempo, pero entiéndeme yo nunca he necesitado de nadie y luego me lesiono así que prácticamente es nada, pero aun así me impide hacer cosas, es frustrante.- Dejo salir cada palabra antes de pensarlas.
McWiber me mira atenta, pero ya no esta molesta, se ve tranquila. Da un suspiro. -Y entiendo...- Empieza. -Pero tu debes entender que es necesario y sanará pronto...- Puso su mano en mi hombro. -Y mientras eso pasa, yo voy a estar aquí...- Y con esa última línea mi corazón empezó a latir muy fuerte, no lo esperaba para nada.
No puede seguir manteniendo su mirada. -¿Por qué tiene que ser tan complicado?- Murmuré viendo al suelo.
-¿Qué es complicado?- Preguntó curiosa.
-Mi... Mi recuperación.- Invente rápido. -Digo sólo es una torcedura..- Reí nerviosamente.
McWiber me miro atenta sin creerme. -Vamos a casa.- Ordenó con un suspiro y después de despedirse de sus amigas fuimos a la habitación.
Cuando llegamos ninguna había hablado y se estaba volviendo incomodo, fui a mi cama y ella fue a la suya, apagamos la luces y traté de dormir sin conseguirlo.
Me giré para ver a Jade en su cama. -Oye...- La llamé bajo.
-Mande.- Contestó casi de inmediato.
-¿No puedes dormir?- Pregunté. Apenas podía ver su silueta moviéndose bajo las sabanas.
-Supongo que tu tampoco.- Contestó con un tono divertido en la voz.
-No...- Suspiré. -¿Sabías que ahora casi todas las chicas piensan que eres mi novia?- Comenté como si eso fuera lo más estúpido que había oído, pero un revoloteo se sintió en mi estómago.
-Supongo que es mi culpa.- Aceptó con desgane y eso dolió un poco. -Creo que me exprese mal en la enfermería con tus compañeras de equipo. Lo siento.
De algún modo sonaba dolida. -No importa, lo peor que puede pasar es que no me inviten a tantas fiestas por salir con ratón de biblioteca.- Bromeé. La escuche reír y luego bostezar. -Creo que alguien ya tiene sueño...
-Si eso creo.- Confesó con voz somnolienta. -Descansa, Kara.
-Descansa, McWiber.- Contesté de vuelta para luego intentar dormir de nuevo.
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Rebelde tentación. (Editando)
Teen FictionJade era una chica común, estudiosa y bien portada, pero todo su mundo es puesto de cabeza al ser transferida al Internado para chicas Hill HightSchool, donde se ve obligada a compartir habitación con Kara, la chica más problemática de ahí.