Enfermera.
(Jade McWiber.)
La obra estaba transcurriendo bien, Kara se las había arreglado para que las escenas quedaran bien con ella sentada, pero en las que debía de estar de pie hacía un gran esfuerzo por no demostrar dolor e incluso pudo bailar sin que se notara que estaba lastimada, pero ya era la escena final y en la escena original ella debía cargarme para luego besarme, y aunque ella estaba necia a que podía hacerlo, la convencimos para que omitiera la parte de cargarme y solo pasara al beso, aunque eso tampoco me tenia tranquila.
-Te dije que todo saldría bien...- Me dijo tomando mis manos. Ella se veía bien, el cabello corto y castaño, sus ojos grises seguían ahí, la habían maquillado para que tuviera facciones de hombre y lo habían logrado, su ropa no era nada fuera de lo común, una camisa negra remangada de los brazos y pantalón vaquero, con botas estilo militar, ella se veía bien... Muy bien, pero la refería como chica, ese pensamiento hizo que me sonrojara.
Le sonreí. -Lo dijiste...- Afirmé. -Te amo, Zack.- Dije con el rostro sonrojado.
Kara rió levemente. -¿Quién no?- Bromeó y le di un leve golpe en el brazo lo que ella rió más fuerte. -También te amo, Paige. -Pronunció tomando mi mejilla y atrayéndome hacía ella para juntar nuestros labios.
Se sentían cálidos y suaves, ella me besaba lento y yo correspondía de la misma forma, pero mi corazón no iba lento, sentía como golpeaba mi pecho como queriendo salir, iba tan rápido que daba miedo, entonces el telón bajó y los aplausos me trajeron de vuelta a la realidad, separándome de Kara. Ella río por mi apuro de separarme, pero no tuvo tiempo de burlarse ya que llegaron las demás y nos felicitaron por la escena, salimos una vez más a escena para agradecer al público, sin duda había sido un éxito.
El teatro se vació, todos nos quitamos los vestuarios y limpiamos un poco, Kara solo nos veía trabajar, la profesora Lobato había insistido en que debía descansar después de hacer tanto esfuerzo y le agradeció por su ayuda, pero que advirtió que no lo hiciera de nuevo. Una vez todos fuera la "fiesta" de celebración empezó, estábamos todos y un montón de pizzas, sodas y botanas. Alguien puso música y la estábamos pasando muy bien, la fiesta era tranquila, estaba conversando con Meg cuando vi a Kara sentada platicando con unas chicas y decidí ir habar con ella.
-Ey...- La llamé una vez estuve cerca.
-¿Que pasa?- Contestó sonriendo. Y las chicas que estaban hablando con ella se alejaron.
Le sonreí de vuelta. -Bueno yo... Quería decirte que lo hiciste muy bien haya arriba.- La felicité nerviosa.
La sonrisa de Kara se ensanchó más. -¿Te refieres a mi actuación o el beso?- Me miro con una ceja alzada, como siempre tratando de provocarme.
-A tu actuación...- Contesté rodando los ojos. -¿Cómo sigue tu pie?- Cambié de tema.
Kara hizo una mueca. -Duele, fue complicado estar de pie, pero creo que ahora que estoy sentada y tomé mis pastillas no duele tanto.- Contestó viendo su pie con un ceño. –Aun que preferiría no estar lesionada.
-Normal, creo.- Comenté nerviosa aún. ¿Por qué estaba tan nerviosa? -¿Ya comiste?- Pregunté apuntando a mi espalda donde estaba la pizza.
Asintió. -Si, estoy bien.- Aseguró. -Aun que una sesión de besos no estaría mal...- Comentó pensativa y me sonrojé automáticamente.
<<A mi tampoco me vendría mal...>> Quise contestar. Aclaré mi garganta. –Em... bueno... Yo ya debo ir con las chicas.- Le informé yéndome. -Te veo luego para irnos juntas.- Le recordé y ella asintió mientras rodaba los ojos con molestia.
Las chicas parecían haberme estado viendo y mis sospechas fueron confirmadas por Kath. -¿Qué hacías con ella?- Preguntó curiosa.
Volteé a ver a Kara que parecía entretenida en su celular. -Me encargaron que cuidara de ella.- Contesté con simpleza.
Cuando volví mi vista hacía las chicas me miraban incrédulas. -¿Y tu aceptaste?- Me cuestionó.
Yo me encogí de hombros. -¿Qué debía hacer? ¿Negarme?- Lo dije como si fuera ridículo.
-Duh Si...- Dijo Meg como si fuera obvio.
-Ella es mala, no porque seas su compañera debes cuidarla.- Camille habló.
-Pues yo creo que si...- Las miré como si fueran extrañas. ¿Qué era esta actitud? Lo entendía de Kath, pero ellas... Por lo que había escuchado el otro día de parte de Grace, todo lo que pasó entre Kath y Kara podía ser un mal entendido, algo que se podía arreglar, pero por alguna razón esa idea revolvía mi estomago.
Meg me miró con el ceño fruncido. -¿Por qué?- Preguntó como si fuera ridículo.
-Porque es Jade, chicas... Y ella es así, se preocupa por el resto y ve lo que otros no...- Contestó Kath viendo a Meg y Camille, luego me vio a mi y sonrió de forma forzada, se notaba que no estaba de acuerdo, pero al menos respetaba mi decisión.
Le sonreí. -Gracias por entender, Kath, se que puedo contar contigo.- Dije y tome su mano. Sentí la mirada de Meg sobre Kath y yo, miré a Meg y ella nos miraba con una rara expresión.
Solté a Kath y las vi a todas. -Bueno debo irme. Soy enfermera a tiempo completo...- Bromeé. -Y sin paga...- Fruncí el ceño. -Adiós, chicas.- Ellas se despidieron y fui hacía Kara. -¿Nos vamos?
Kara pareció aliviada. –Por favor...
Ya habían pasado tres días desde la obra y todos los días despertaba temprano para ir por el desayuno de Kara y el mío, cuando llegaba a la habitación la despertaba, le daba sus pastillas y desayunábamos juntas, después la llevaba hasta su clase y yo iba a la mía y así estos días, se estaba convirtiendo en una rutina, me estaba acostumbrando demasiado a la presencia de Kara y ella parecía sentirse igual.
Llegué y fui hasta la cama de Kara después de dejar el desayuno en la barra. -Kara...- La moví. -Es hora de desayunar...- Ella era difícil de levantar. Lo que era raro ya que ella se despertaba primero que yo. En eso suena la alarma de la cafetera y Kara abre los ojos instantáneamente haciéndome saltar hacia atrás del susto. -¿Cómo es que te levantas con ese sonido pero si yo te hablo durante media hora no reaccionas?- Pregunté intrigada.
Ella sonrió. -Costumbre.- Contestó con un encogimiento de hombros, una vez estuvo sentada, tomó su bastón y se puso de pie. -Bueno, vamos, tengo hambre.- Me hizo gestos de que me moviera porque estorbaba su paso.
Me quité de su camino y ella paso por delante mío. -Bueno si... De nada.- Murmuré con cierta molestia.
Ella llegó a la barra con una taza de café con leche y se sentó. -Yo no te di las gracias.- Dijo y empezó a comer, al parecer se había levantado de malas.
-Si, lo noté.- Dije sentándome en la barra para comer. -Aun que debiste hacerlo, llevo haciendo esto por tres días.
-Yo no te pedí que lo hicieras.- Me miró molesta. -Y tampoco quiero tu lastima así que puedes dejar de hacerlo.- Volvió su mirada a su comida, ahora parecía enojada.
Su actitud me estaba poniendo de malas también. -No es lastima, Kara.- La vi fijo. -Quiero hacer esto, necesitas ayuda y yo soy tu compañera de cuarto.
Ella me miró. -Eso no te hace responsable de mi. Tanta atención y caridad me hace sentir inútil, solo me torcí el tobillo, no me rompí todos los huesos del cuerpo, cerebrito, puedo hacer las cosas por mi misma.- Ella parecía molesta de verdad.
Yo suspire. -Kara...- Empecé. -No hay nada de malo de necesitar de otros y no es caridad, es... No sé, solo déjame hacer esto ¿bien?- Pedí cansada y ella me veía atenta hasta que dejó salir un suspiro.
-Supongo que no pierdo nada.- Soltó con cansancio y después sonrió con malicia. -Y pensado lo bien, puede que sea divertido tenerte de Ummm "asistente".- Comentó y volvió a comer.
La mire extrañada, pero no dije nada más, debíamos ir a clases. Después de esperar a que Kara de duchara y cambiara fuimos a clases, nos tocaba historia así que no había problema con llevarla a su clase. Me senté a su lado y sólo la escuche gruñir, le molestaba y eso me molestaba ¿Tan mala era mi compañía?
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Rebelde tentación. (Editando)
Teen FictionJade era una chica común, estudiosa y bien portada, pero todo su mundo es puesto de cabeza al ser transferida al Internado para chicas Hill HightSchool, donde se ve obligada a compartir habitación con Kara, la chica más problemática de ahí.