Rebelde tentación. (Editando)

XXXV.

¿Problemas?

Pov Kara.

Como de costumbre era la primera en despertar y tuve la más tierna imagen frente a mi y por más dificil que parezca ésta vez no me refiero a Jade, no, ésta vez hablaba sobre otra chica, una que estaba en la cama de a lado, Majo, me fue inevitable sonreír con ternura al verla aferrarse a un muñeco de peluche. Rápidamente busqué mi celular y saqué barias fotos, obviamente pensaba molestarla con eso después.

Fui a la ducha y salí rápido ya cambiada para entonces Majo estaba despierta y guardaba algo en su maleta.

-Está libre la ducha.- Dije acercandome.

-Si, aunque ayer parecía que la disfrutaron más.- Rió burlona.

-¿Celosa?- Dije arqueando una ceja a lo que ella sólo soltó una carcajada para luego alejarce y entrar al baño.

La siguiente en despertarce fue Julie y casi en seguida Jade quien se lanzó sobre mi escondiendo su rostro en mi cuello.

-Son tan adorables.- Dijo Majo con una sonrisa burlesca.

-Por supuesto que lo somos.- Dije con orgullo. -Ahora deberían ducharce para ir a desayunar.

La primera el entrar fue Jade, ya que Julie estaba hablando por teléfono con sus padres.

-Entonces ¿Ya lo hicieron?- Preguntó de golpe Majo.

-Que discreta.- Rei y negué.

-Tomaré eso como un si.- Dijo y volteó a ver a Julie que estaba lejos viendo por la ventana.

-¿Y ustedes?- Pregunté y al parecer la tomé con la guardia baja porque casi se ahogó. -Tomaré eso como un si - La imité y ella me pegó en el hombro.

-Sigo sin saber que demonios hice en mi vida pasada para estar con ella ahora.- Dijo y negó con una sonrisa. -Aun que de cierta forma es comprencible, sólo mirame.- Dijo con orgullo.

-Te entiendo perfectamente.- Reí.

-¿De que hablan?- Nos interrumpió Jade de pronto.

-Oh nada importante.- Dijo Majo.- Solo de que obviamente yo soy mejor en la cama que Kara.- Dijo con un encogimiento de hombros.

-Sigue soñando.- Reí, pero ella parecía seria.

-Ya chicas.- Dijo Jade un poco incomoda.

Entre Julie y Jade lograron distraernos, por lo menos por el momento. Desayunamos tranquilamente y luego fuimos al campus, las chicas querían conocer a nuestras amigas así que con unos cuantos mensajes habíamos arreglado todo y las vimos ahí  en el estacionamiento.

-Hola, chicas.- Las saludó Jade y yo solo hice un gesto con la mano. -Bueno ellas son Majo y Julie.- Dijo señalando a cada una. -Y ellas son Kath, Circe, Maddy, Meg y Grace.- Dijo en orden.

Todas se saludaron y empezaron a conversar e ignoré a todos hasta que escuche mi nombre.

-Te lo aseguro, yo podría vencer a Kara en una carrera.- Dijo Majo con aires de suficiencia.

-Eso quisieras, enana.- Dije riendo.

-¿Quieres apostar?- Dijo retandome.

-No creo que sea buena idea.- Le dijo Julie tomando su brazo.

-Tranquila, cariño... Kara no me ganara corriendo... Ella sólo termina rápido en otras cosas.- Dijo sugerente y eso me molestó.

-Bien... Majo quieres ver que tan rápido pierdes... ¿Qué apostamos?- La rete.

-El cabello, la que pierda se teñirá el cabello del color que diga la ganadora.- Sonrió victoriosa.

Sentí un escalofrío recorrerme, nadie se metía con mi cabello, pero nadie se metía con mi orgullo. -Bien... Veamos quien vence a quien...- Apreté la quijada.

-No creo que sea buena idea...- Me dijo Jade.

-Estaré bien, voy a vencerla.- Le dije a lo que sólo recibí un "luego no digas que no te advertí".

Fuimos al campo ya que había una pista para correr pactamos una vuelta y nos pusimos en posición. Empezamos a correr y debo admitir que ella era rápida, podía mantener mi nivel y eso ya era algo notable. Estabamos por llegar y la vi sonreír para luego pasarme, eso me tomó por sorpresa, pero apreté el paso estando cerca de ella, sólo quedaban unos metros y no podía revasarla lo que me estaba frustrando.

-Te lo dije...- Escuché decir a Jade una vez terminó la carrera.

-Lo siento, Kara debí decirte que soy parte del equipo de atletismo y soy la mejor del equipo, pero ¡Ey! buen intento - Sonrió con triunfo y me guiño el ojo.

-¿Tu sabías?- Dije aun tratando de recuperar el aliento.

-Por supuesto, por eso te dije que no lo hicieras.- Rodó los ojos.

-Muy bien, chica ruda...- Interrumpió Majo. -Es hora de tu sentencia, el color que elegí es rosa pastel.- Vi su sonrisa macabra.

-¡Oh no!- Negué. -Odio el rosa.- Dije en negación total.

-No es mi problema, debes cumplir o quedaras como una cobarde.- Se encogió de hombros.

Después de discutirlo no logré nada, Jade debía tomarme una foto con el cabello teñido y debía tener ese color hasta que se callera solo. Esa niña era la única que podría hacerne competencia y de cierta forma agradecí que no estudiará aquí.

Al fin ellas se fueron junto con los padres de Jade y con pintura rosa en mano Jade se disponía a teñirme el cabello.

-Voy a odiar esto.- Dije negando.

-No es tan malo, podría ser peor...- Trató de convencerme, pero era inútil.

Una hora y media más tarde con el cabello ya seco salí del baño, solo vi como los ojos de Jade se iluminaron al verme.

-Te ves, hermosa.- Dijo y se abrazó de mi. -Adorable...- Dijo y me besó la mejilla y luego me dio un corto beso en los labios para luego separarse y sacar su celular.

-Solo apreasurate...- Dije con resignación. Ella tomó la foto y me la mostró, sin duda no me veía mal y eso no era sorpresa, pero detestaba el rosa y me llevaría tiempo acostumbrarme a este color después de tanto tiempo con el color plateado.

-No seas gruñona...- Rió y empezó a jugar con mi cabello. -Solo será un tiempo... Y te ves increiblemente adorable.- Me tomó de las mejillas y las apretó como si fuera un niño pequeño lo que me hizo fruncir el ceño.

-No me gusta lucir adorable.- Dije una vez me soltó.

-Pues a mi me encanta...- Se acercó a mi oído. -Te ves como una dulce chica inocente... Y quisiera destrozarte en la cama.- Susurró y un escalofrio cruzó mi cuerpo.

-Bueno... Tal vez no sea tan malo.- Pensé cuando Jade se encontraba sobre mi arrancando mi ropa.