Rebelde tentación. (Editando)

Capítulo XIX.

Primera cita.

Después de lo ocurrido en el salón de castigo, Kara y yo habíamos hablado sobre el tema en la habitación. En resumen, Kara quería que nos tomáramos las cosas con calma, en sus propias palabras... "Para que tengas tiempo de arrepentirte, aunque dudo mucho que puedas". Por mi parte estaba completamente de acuerdo con eso, después de todo aun no estaba lista para estar expuesta a las personas, así que le había pedido a Kara que no hiciéramos nada público, aun que en realidad sólo estábamos saliendo, pero necesitaba tiempo para decirle a las chicas, en especial a Kath, además de que realmente no quería admitirlo, pero una parte de mi si temía el que podría pasar. Y con esto no me refería a que desconfiase de Kara, en realidad no confiaba en mi y mis sentimientos, no por completo, esto era nuevo para mi.

Las clases habían terminado por fin, el profesor de matemáticas nos había encargado algunas tareas y todo el mundo se encontraba quejándose fuertemente, apenas terminé de guardar mis cosas cuando recibí un mensaje en el celular, me coloqué la mochila y empecé a salir mientras revisaba el mensaje, era de Kara, quería verme en la habitación y que no la hiciera esperar. Fruncí el ceño y teclee un rápido "¿Qué ocurre?" y como respuesta solo había recibido una palabra "Sorpresa". Salí del salón y Kath estaba esperándome en el pasillo como siempre, teníamos por costumbre ir a comer después de clases y después ir a la biblioteca hacer tarea, aun que los días de castigo habían tenido que ir sin mi.

Al verme sonrió. -¿Lista para comer?- Me preguntó alegré.

Hice una pequeña mueca y guardé mi celular. -Lo siento, Kath... debo de hacer algo antes de la fiesta de hoy, así que no puedo.- Me disculpé.

Kath frunció las cejas. -¿No vas a comer nada?- Preguntó horrorizada, como si fuera a desmayarme justo ahí.

Me encogí de hombros. -En realidad no tengo mucha hambre, además puedo comer algo del refrigerador de Kara si me da hambre o bajaré luego.- Solté como si o fuera nada y en realidad no lo era, no es como si me estuviese saltando las comidas o algo. Kath me miró con sospecha e insistió un poco más en que las acompañara, pero luego de unas negaciones más y notar que mi humor se estaba poniendo mal, me dejó ir.

Apenas subí las escaleras miré a Kara en la entrada. Al verme sonrió y se acercó a mi. -Deja tu mochila y te veo a en la puerta secreta.- Soltó simplemente y sin darme tiempo a responder nada, se marchó.

¿Qué le ocurría? ¿Puerta secreta? No sabía a que se refería. Entre en la habitación y fui hasta mi cama para dejar mi mochila. "Puerta secreta" repetía en mi mente tratando de entender a que se refería, hasta que recordé la entrada que ella y las chicas usaban para escaparse de la escuela, debía ser esa, no había duda, pero entonces ¿Qué planeaba? ¿Escaparnos a mitad del día? No creía que ni Kara fuera así de osada, pero estaba en un error. Minutos más tarde cuando la encontré en la puerta ella ya estaba lista para salir.

La detuve del brazo. -¿Kara que crees que haces? Alguien podría vernos.- Exclamé mirando a nuestro alrededor como si de la nada uno de los profesores o guardias pudiera salir.

Ella sonrió con diversión. -Bien, estaba pensando ahora en clases que hemos estado saliendo desde hace unos días y que en realidad no hemos salido... ya sabes por eso de que no quieres que nadie sepa.- La miré en señal de advertencia. -No te estoy reprochando.- Aclaró mientras rodaba los ojos. -Es sólo que... estuve pensando y se me ocurrió que podríamos tener nuestra primera cita fuera de la escuela, así no tendríamos que ocultarnos y tener una cita real para varear.- Explicó.

Yo la observé no muy segura de lo que hacer, pero Kara me miraba con tanta ilusión que simplemente no pude decir que no. -Bien...- Cedí. Y tan pronto como terminé de hablar Kara me estaba arrastrando por las calles rumbo a algún lugar.