Rebelde tentación. (Editando)

Capitulo XLI.

Interrogatorio.

Pov Kara:

No pude evitar sentirme nerviosa al ver a los oficiales en la puerta del dormitorio, inmediatamente volteé a ver a Jade que estaba tan pálida como un papel.

-Venimos por la señorita McWiber.- Dijo el hombre. -Necesitamos que identifique a un sospechoso.

Jade como pudo asintió con la cabeza y se puso de pié, por un segundo creí que se caería, pero no fue así, me acerqué a ella y tomé su mano.

-Todo estará bien, estaré contigo.- Ella sonrió de medio lado y asintió.

Salimos de los dormitorios y llegamos a recepción dónde la recepcionista nos detuvo de golpe.

-Señorita Hills, usted no tiene permitido ir a ningún lado, los oficiales vinieron solo por la joven McWiber.- Dijo algo molesta. Esta señora siempre me molestaba por cualquier cosa, aunque no la culpo yo soy un verdadero dolor de culo, sobre todo para ella.

-En realidad la señorita Hills es necesaria en este operativo, ya que ella también es un testigo.- La policía que había estado en el caso desde el principio se interpuso.

Le sonreí triunfante a la recepcionista que me veía molesta. Jade me dio un leve codazo como pidiendo que me comportará y sólo pude sonreír a modo de disculpa. Salimos del lugar en una patrulla con ambos oficiales los cuales no habían dicho nada aun.

-Entonces ¿Lo atraparon?- No resistí y pregunté.

-Eso creemos, sólo que es... algo complicado.- Me respondió la oficial.

-¿Cómo complicado, Mendes?- Le dijé sin rodeos. La oficial había estado muy cerca de nuestro caso y debido a su edad teníamos cierta confianza.

-Pues veran, chicas... él a puesto una demanda en contra de Jade.- Nos miró por el retrovisor.

Yo no podía creerlo ¿Quién se creía? Primero trataba de violarla y ahora pretende hacerse la victima ¿Cómo era posible? Seguramente mi rostro decía todo lo que pensaba ya que Lisa habló apresuradamente.

-Lo sé, es una tremenda estupides.- Dijo ganándose una mirada de reproche por parte de su compañero. -Stan, sabes perfectamente que es cierto, es injusto.

-Las cosas saldrán bien, él no tiene escapatoria, haremos la identificación y lo tendremos preso hasta el juicio, el sólo esta alegando que la chica trató de matarlo... lo que es una mentira y se puede alegar defensa propia.- Dijo tranquilamente.

-Aun así no lo veo justo.- Dije al unísono con Lisa.

Jade tomó mi mano.- Todo estará bien, Kara... y oficial Mendes... gracias por todo, a ambos.- Les sonrió.

Llegamos a la comandancia y en seguida nos llevaron a un cuarto, el típico de las peliculas, donde tras una ventana había varios hombres similares con unos carteles con numeros.

-Primero debes identificar a tu agresor.- Le indicó el oficial.

Yo estaba al lado de Jade y tan sólo con un vistazo lo hubicamos, Jade me miró y asentí, ella dio un gran respiro antes de hablar, parecía agotada.

-El numero tres.- Dijo sin rodeos.

-¿Estás segura?- Preguntó Mendes.

Y Jade sólo asintió, tomé su mano con fuerza y seguimos a los oficiales mientras otros se llevaban a John, los seguimos a lo que era una sala de interrogación sabíamos lo que seguía, una declaración, aunque es éste caso serían dos.

Se llevaron a Jade a otra sala y me quedé a solas con la oficial Mendes y una camara.

-Entonces, señorita Hills ¿Qué fue lo que pasó?- Preguntó calmadamente.

-Mi madre y yo habíamos salido a pasar un tiempo de madre e hija... Jade se quedó en casa...- Empecé.

-¿Por qué?- Preguntó.

-Mi madre y yo teníamos problemas y Jade creía que si pasabamos tiempo juntas y hablábamos se solucionaría, en parte tenía razón, pero yo no quería dejarla sola.- Suspiré.

-¿No querías dejarla sola?- Preguntó a proposito.

-No, bueno no quería dejarla sola con John, no confío en él, mucho menos ahora. En fin mi madre y yo íbamos regresando cuando vimos a Jade corriendo hacia afuera, en ese momento no entendía que pasaba, pero había dos cosas que tenía en mente, ella estaba herida y estaba segura de que John era el culpable, corrí hasta ella y logré atraparla antes de que empezara a desmayarse, en ese momento llegó John con algo de sangre corriendo tras Jade al vernos... A mi madre y a mi, salió huyendo, el resto... Bueno llamamos a la ambulancia y eso es todo.- Terminé.

-Bien, gracias por su declaracion, señorita Hills.- Dijo y apagó la camara. -Estuviste exelente, ahora sólo falta esperar el juicio y eso será todo.

-No lo sé, Lisa... tengo un mal presentimiento.- Dije poniendome de pié y caminando hacia ella.

-No seas pesimista, Kara... ya verás que todo estará bien.- Trató de convencerme.

-Conosco a John, algo debe planear.- Salimos de la sala y tuvimos que esperar unos minutos a Jade. Todo parecía tranquilo hasta que vi a John salir de una de las salas. Sentí como sangre empezó a hervir. Él me volteó a ver, sonrió y me guiñó un ojo. Me levanté de mi asiento y salí disparada hasta él alzando mi puño, pero sentí que alguien me detuvo.

-¡Sueltame, voy a matarlo!- Dije tratando de safarme del agarre de la oficial quien me veía severa.

-Debes tranquilizarte, un paso en falso y el caso podría complicarce.- Me vio seria, miré a John quien me veía triunfante.

-Te salvaste está ves, John, pero vas a podrirte en la carcel.- Él me vio confiado.

-Yo no apostaría por eso, querida Kara...- Dijo antes que el oficial se lo llevara.

-Odio a ese sujeto.- Dije golpeando la pared ganándome unas cuantas miradas.

Jade salió y fue a abrazarme, se veía afectada por tener que hablar de lo que pasó, la abracé y le dije que todo estaría bien.

-Sólo quiero volver a casa.- Me dijo y así lo hicimos. Volvimos a la escuela, el viaje de regreso estuvo muy callado, una vez llegamos nos despedimos de los oficiales y volvimos a la habitación.

Jade simplemente se metió en la cama y me miró expetante, le sonreí y fui hasta ella, me acosté a su lado y la abracé.

-Kara...- Dijo aun con el rostro escondido en mi pecho. -Tengo miendo.

-Yo te protegere, lo prometo.- Dije y ella se alejó para verme, me dio una ligera sonrisa y me beso, me besó de una forma en la que tenía tiempo sin hacerlo.

-Te necesito.- Susurró en mis labios antes de tratar de quitarme la camisa y asentí, sería una noche larga.