Capítulo XVII.

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Misión evasión.


(Kara Hills.)

Era el quinto día de castigo, y como cada uno de los anteriores, Jade se encargaba de recordarme que debíamos ir de la peor manera, yendo a por mi después de clases. -Kara.- Me llamó a mis espaldas.

Me giré para verla y ella sonreía de la misma forma e que lo hacía siempre. Inmediatamente puse mala cara. -¿Qué?- Gruñí y ella me vio como si no entendiera que pasaba. Lo entendía, me había estado comportando raro a su alrededor desde lo dela piscina, intentaba por todos los medios no tocar el tema, hablarle o cualquier interacción directa, básicamente me estaba comportando como cuando recién llegó, pero la diferencia era que ahora había una razón y que ella claramente notaba mi cambio de actitud, aunque no había tenido la oportunidad para hablar de ella y tampoco pensaba dársela.

-Tenemos que ir a detención.- Contestó calmada, ya acostumbrada a mi mal humor.

Me encogí de hombros. –Lo sé, pero eso no explica que haces aquí.- La observe fruncir el ceño y no decir nada, sabía lo que significaba, ella hablaba "en serio", quise sonreír, era en verdad adorable. Solté un suspiro de cansancio para no sonreír. –Bien... andando.- Accedí, no había manera de zafarme de ella en esta situación.

Al llegar al salón de castigo ambas tomamos asiento donde siempre, una al lado de la otra, no podía decir que me molestaba, pero para mi era mejor que ella estuviera alejada, claro que Jade no permitía eso. Llegó el profesor a cargo de esa semana y nos ordenó hacer tarea, no sabía lo que el resto de las chicas hacían, pero yo solo me puse a garabatear en mi libreta como todos los días, de vez en cuando volteaba a ver a Jade que estaba concentrada haciendo su tarea, ella era una cerebrito aun en detención, pero ella era linda, muy linda así que había momentos en los que no hacia nada más que verla hacer tarea, era curioso ver las expresiones que hacía, solía morderse el labio cuando no estaba segura de algo y arrugaba la nariz cuando intentaba concentrarse. Así pasa el rato en detención, garabatear en mi libreta, ver a Jade y ocasionalmente una de las chicas que también estaban en detención se acercaba a charlar conmigo.

Estaba en el sofá jugando algo en línea, era una de las pocas veces que había decidido quedarme en la habitación desde el incidente, por lo regular trataba de salir con Maddie y Grace, pero algunas veces, como hoy, estaban ocupadas, así que debía quedarme entrenando hasta tarde, pero esta vez cuando llegué a la habitación Jade estaba despierta haciendo una video llamada con sus amigas, de vez en cuando lo hacían y por lo regular optaba por darle espacio e irme, pero ya era tarde y estaba agotada, así que simplemente me había quedado en el sofá tratando de ignorarlas, cosa que era muy difícil.

-La profesora de historia, es en verdad un dolor de culo, se los digo, me odia y el sentimiento es mutuo.- Se quejaba una de las amigas de Jade.

-No te odia, es solo que tu eres muy...-Decía otra.

Escuché a Jade reír. –Si yo fuera tu no terminaría esa oración.- Comentó divertida.

-Iba a decir necia e impertinente.- Completó su amiga y una fuerte risa de Jade llegó a mis oídos llamando mi atención.

Sentí vibrar el control en mis manos y para cuando me di cuanta mi personaje ya estaba muerto y otro bailaba sobre mi cadáver. -¡Mierda!- exclamé molesta.

-¿Qué fue eso?- Escuché la voz de la primera amiga.

-Solo fue mi compañera de habitación.- Contestó Jade como si fuera nada.

-¿La chica linda, pero gruñona?- Preguntó la segunda amiga y no pude evitar sonreír.

-Te equivocas, Julie. Jade no dijo que era linda.- Interrumpió la otra y fruncí el ceño. –Ella dijo que era hermosa ¿Lo recuerdas?- La molestó.

Rebelde tentación. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora