La chica se giró y minutos después las puertas se abrieron dejándome ver a un grupo de personas, todos los que refugiamos estaban ahí, todos menos tres.
—No deis ni un paso más, o os mataré.—
Un hombre de pelo rizado y ojos azules sostenía una pistola que apuntaba hacia nosotras, al igual que el resto.
—Supongo que tú eres el nuevo líder.—dije cruzándome de brazos bajo su atenta mirada.
—¿Quién eres tú?—
—Estoy segura de que has oído hablar de los enemigos de Alejandría, El Infierno—sus ojos destellaron de furia al oírme—. Nosotros fuimos los que os salvamos el culo antes de que os marcharais sin decir nada y os refugiarais aquí, ¿no os quisisteis quedar con nosotros porque no teníamos un cartel que dijera cosas bonitas que realmente no se pueden cumplir?—una risa sarcástica salió detrás de mis palabras.
—No juegues conmigo, niña. No tienes idea de quien soy.—dijo el hombre.
—Rick Grimes— Artemisa habló cortándome a mi, tanto el hombre como yo la miramos sorprendidos—. Hablé con Carl cuando estuvisteis con nosotros, es un buen chico.—
Miré hacia el grupo en busca del pequeño chico de ojos azules del que Artemisa se enamoró durante los pocos días que estuvieron allí y hablaban en el sótano de mi casa cuando yo fingía que me lo llevaba para torturarlo y darle miedo a los demás de su grupo.
—Artemisa—dijo Carl mirándola sorprendido y feliz—. Papá, son buenas.—
—¿Buenas? Ella te torturó.—
—Fingía que lo hacía para darnos miedo, jamás me tocó.—dijo rápidamente el chico defendiéndome.
—No me importa, Carl. No entrarán.—
—Dejaremos las armas, todas.—dijo Artemisa rápidamente.
—¡Artemisa!—chillé en un susurro.
—Tu dijiste que no eras como mi tía, ¿no? Que tenías en cuenta lo que querían los otros, pues demuéstralo. Toma en cuenta la mía y suelta todas las armas en el coche para que podamos hablar con ellos.—
Miré fijamente a Artemisa y cuando supe que no se daría por vencida, suspiré cansada y solté las armas en el coche aún con las armas de los enemigos apuntándome. Artemisa hizo lo mismo y ellos bajaron las armas mientras que Carl hacía un gesto para que nos acercáramos.
Una vez dentro vi que todo estaba exactamente igual a como lo recordaba, pero con armas.
Llegamos a la iglesia y fuimos hacia el altar, pocos minutos después todos miraban expectantes.
—Queremos nuestras armas.—dije seria.
—¡Y una mierda!—dijo rápidamente uno de los hombres que protegimos, el de ojos azules y la ballesta.
—Son nuestras, las ganamos con el sudor de nuestra frente. Os acogimos y nos la robasteis.—dije señalándolo acusadoramente.
—Trabajáis para Negan, no os daremos una mierda.—dijo una mujer de más atrás.
—Necesitamos esas armas o Negan matará a mi gente, y no voy a permitir eso, así que os me dais las armas por las buenas o será por las malas, pero me las daréis.—dije mirando a todos y finalmente al líder.
—Rick, ellos nos ayudaron.—dijo una mujer negra con rastras.
—Si quieres luchar, lucharemos, pero no te daremos las armas para que luego Negan nos mate con ellas.—dijo Rick serio ignorando a la mujer.
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INFERNUM (TWD) [COMPLETA]
Science FictionLa Jefa no dudó en permitir que cualquiera entrara a su comunidad para mantenerlos a salvo porque consideraba que era lo correcto, sin embargo, la catástrofe le enseñó que las alianzas nunca son buenas y que te hacen perder lo que más amas. No obsta...