INFERNUM (TWD) [COMPLETA]

Capítulo 18

Rosita vino hacia mi con una sonrisa para abrazarme con suavidad.

—Estás casi tan perfecta como ayer.—dijo mirándome de arriba abajo haciéndome reír.

Por la mañana me había vuelto a poner el vestido y los malditos tacones, no iba a volver en pijama por muy tentadora que fuera la idea.

—Necesito ponerme unos vaqueros.—dije haciendo reír a la latina.

—¿Puedes explicarme qué tengo que hacer para ser tan jodidamente sexy?—dijo Artemisa situándose a mi lado y mirando a Rosita.

—Ser latina, querida.—dijo haciendo reír a mi pequeña amiga.

—Athenea—me giré para ver a La Jefa, quien me hizo una señal para que me acercase, así lo hice, dejando a Artemisa y Rosita hablando—. Volveremos a la comunidad, aunque estaremos de vuelta para la reunión con Hereafter.—

—¿Se hará aquí?—pregunté confundida.

—No, será en El Reino.—dijo La Jefa esquivando mi mirada.

El Reino, una comunidad digna de competir con nosotros. Cuando La Jefa la conoció no dudó en pedir una alianza, sin embargo, se negaron. Meses después, gracias a Deanna y la estupidez de Gregory se unieron a nosotros y formamos una alianza. Hacíamos viajes de una comunidad a otra, hasta que dejamos de relacionarnos por la catástrofe en nuestra comunidad. Ese mismo día algunos de los nuestros se marcharon hacia El Reino en busca de seguridad porque creían que La Jefa no era una buena líder. Por eso, sabía que a La Jefa no le hacía mucha gracia volver allí. No sabía a qué tenía más miedo, si a no verlos allí o a verlos.

—Se alegrarán de saber que está bien.—dije seria.

—No—dijo negando con la cabeza mientras mordía su labio inferior—. Se alegraran de verte a ti. Su líder.—dijo seria.

Bajé mi mirada cuando recordé que el pequeño grupo que se marchó eran mis "seguidores" junto con Artemisa, ellos querían que yo tomara el control, que yo fuera la líder. A pesar de que siempre me negué ellos sólo respondían ante mi y me defendían a mi, así que después de lo que ocurrió, prefirieron dejar la comunidad a seguir apoyando a alguien que no querían seguir. Antes de marcharse a El Reino me dejaron en claro que en algún momento nos dejaríamos de ver y que cuando nos reencontrásemos no pararían hasta que yo, fuera líder.

—Jefa, el autobús esta listo.—dijo Max apareciendo antes de que pudiera responder nada.

—Ten cuidado.—dijo La Jefa antes de desaparecer de mi vista.

—Nos veremos en unos días, Athenea.—dijo Max poniendo una mano en mi hombro.

—Cuidaos, e informad de cualquier cosa, ¿vale?—dije seria, él asintió y me soltó para subirse al asiento de conductor.

—¿Puedo quedarme contigo hasta que ellos vuelvan?—preguntó Artemisa.

—No, debes volver.—dije seria.

—Cuando vuelvan me iré con ellos.—dijo suplicando.

—Artemisa—

—No soy una niña pequeña, Athenea.—replicó molesta, interrumpiéndome.

—¡Eso ya lo sé!—dije frunciendo el ceño—. Escucha, mientras que yo no esté allí necesito a alguien que haga mis labores, y nadie sabe mejor que tú lo que hago allí.—dije sonriendo de lado.

—¿En serio?—dijo sonriente.

—¿Y bien?, ¿acaso las has olvidado?—dije sonriendo divertida.