La alarma que puse la noche antes me hizo despertar, aun así no pude evitar remolonearme en la cama. No quería que Rick volviera a despertarme de mala manera así que ponía el despertador a la misma hora que él.
Me levanté con todo el peso de mi alma y cogí lo necesario para estar como nueva tras una ducha en el baño compartido del pasillo. Me miré al espejo antes de salir del baño y fruncí el ceño a ver mi desordenado cabello. Lo peiné como pude y salí para bajar las escaleras.
Rick estaba sentado en un taburete de la cocina y frente a él, en la encimera, había un bol lleno de cereales y café.
—Buenos días.—dije seca yendo a donde estaba colocada la cafetera.
—Te dije que no comerías nada que no fuera lo del taper.—
—Y no comeré, pero si no bebo café, moriré.—dije mirando como el café caliente se mezclaba con la leche fría.
—Bueno, no es algo que me importe realmente.—dijo seco haciendo que rodara los ojos.
Antes de que pudiera decir nada unos pasos se escucharon en la escalera y el timbre de la puerta sonó. Vimos a Carl pasar y lo escuchamos abrir la puerta, saludar a alguien y luego asomarse a la cocina, mirarnos y sonreír para después decir:
—Es Michonne. Yo me voy con Enid.—
—Ten cuidado y vuelve para comer.—dijo Rick autoritario. Carl asintió y me miró.
—Nos vemos luego Athenea.—
—Que te lo pases bien Carl.—dije sonriéndole levemente, él asintió de nuevo y se marchó.
Cuando escuchamos la puerta cerrarse Michonne apareció en la cocina. Primero me miró a mi y luego a Rick.
—Estamos listos.—dijo.
—Vamos.—
Rick se levantó y dejó sus cosas en el lavaplatos para luego mirarme.
—Ahora haremos la junta, tu limpia esto y luego ve con el preso.—dijo mirándome, yo asentí al igual que su hijo y se marchó.
Miré el lavaplatos y aunque me había ordenador limpiar, sinceramente, no tenía por qué hacerlo. Así que solté mi taza, cogí café y un bollo de chocolate, fui hasta la entrada, me puse la chaqueta y salí de la casa para encontrarme de frente con Rosita.
—Te has quedado mi vestido rojo entallado.—dijo cruzándose de brazos impidiéndome avanzar.
—Rosita—dije poniendo mi mano izquierda en su hombro derecho—. Ese vestido...es oficialmente mío, así que hazte a la idea de que no lo volverás a ver.—tras decir aquello le di un leve empujón para apartarla y poder pasar emprendiendo mi camino a las celdas.
—¡Que te den!—gritó desde lejos haciéndome reír de nuevo.
Cuando abrí la puerta y bajé vi a Robin de pie dando vueltas en la celda.
—Te veo muchísimo mejor.—dije sonriente acercándome.
—Lo estoy. ¿Han decidido ya algo?—preguntó nervioso acercándose.
—Están reunidos. Sabremos la respuesta en un rato—dije encogiéndome de hombros, él asintió y suspiró—. Te he traído el desayuno.—le pasé las cosas a través de la reja.
—Gracias, esto tiene buena pinta.—dijo sonriente, yo asentí y me apoyé en la pared para verlo comer.
Pasó media hora cuando la puerta se abrió dando paso a Eric.
—Tenemos una respuesta, yo me quedo con él, sube.—
—Ahora vuelvo.—dije mirando a Robin, él asintió y subí las escaleras para tras sonreírle a Eric ir hacia la Iglesia.
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INFERNUM (TWD) [COMPLETA]
Science FictionLa Jefa no dudó en permitir que cualquiera entrara a su comunidad para mantenerlos a salvo porque consideraba que era lo correcto, sin embargo, la catástrofe le enseñó que las alianzas nunca son buenas y que te hacen perder lo que más amas. No obsta...