INFERNUM (TWD) [COMPLETA]

Capítulo 5

La mañana siguiente llegó y con ella nuevos problemas.

Rick me había dejado en claro su odio quitándome las sábanas de un tirón y tirando un vaso de agua fría en mi cabeza. Ponerme el despertador no había servido de nada cuando Rick se levantaba a las seis.

Fui hacia la ducha tras darle un empujón, cuando estuve lista bajé y fui hacia donde escuchaba ruido.

Rick estaba en la cocina preparando café mientras yo miraba, apoyada en el marco de la puerta.

—¿Quieres?—

—Pensé que no comería nada que no fuera la mierda esa.—

Rick me miró molesto y volvió a guardar el café, yo rodé los ojos y esperé sentada en una silla mientras lo veía beber.

En la cena de ayer Carl había preparado unas patatas y unos guisantes, algo glorioso en un mundo como este. Yo, por mi parte, miré asqueada el taper con lo que Rick me había torturado al medio día, y de nuevo, a la noche.

—Hoy me ayudarás en unos asuntos, luego ayudarás a Maggie una hora y después irás a hablar con Gabriel, dice que quiere conocerte.—

—¿Quién es Gabriel?—

—Un cura.—

Escondí mi sorpresa y me pregunté si alguien como un cura podía seguir vivo, porque hacerlo significaría haber matado a gente, viva o muerta.

—Y luego volverás directa hacia aquí.—dijo serio, yo rodé los ojos y me giré para salir de la casa, segundos después estábamos en camino a donde mierda fuera.

Iba detrás de Rick y observé a mi alrededor.
Siempre había pensado que Alejandría era un buen lugar, pero demasiado fantasioso.
Tenía una iglesia e incluso una escuela.
Cuando Deanna estaba aquí niños correteaban y la gente se veía feliz, incluso hacían fiesta de bienvenidas a los nuevos. Ahora nadie estaba en las calles y la escuela ya no se utilizaba a no ser que fuera necesario para refugiarse o tratar asuntos.

—No he visto a Jessie aún.—dije confundida.

Rick se paró y se giró con la mandíbula tensada y los puños apretados.

—¿Conocías a Jessie?—

—Eramos amigas.—dije encogiéndome de hombros.

—Jessie está muerta.—

Supuse que mi cara se descompondría ya que Rick se relajó un poco, por empatía.
Jessie era una hermosa mujer, que sufría de maltrato de un hombre con el que había tenido dos hijos. Ron era un adolescente un poco serio y Sammy era un dulce niño.

—¿Ron y Sammy han muerto?—

Él asintió lentamente y mi corazón se estrujó con fuerza. Ellos no se merecían morir.

—Fue en el destrozo. Intentábamos escapar de los caminantes. Nos manchamos con sus órganos.—

—¿Por qué mierda no los salvaste?—dije enfadada.

—¿Salvarlos? Ron fue quien le quitó el ojo a Carl—dijo él enfadado.

—¿Qué?—

—Me criticaste por no conocer a mi gente. Quizás seas tú quien no los conocía bien.—

Antes de que pudiera responder se giró y siguió su camino hasta—sino recuerdo mal—la escuela.

Dentro estaba el de la ballesta, la mujer de rastras, Maggie, Aaron y la mujer de pelo corto gris.

—¿Qué diablos hace ella aquí?—dijo molesto el de la ballesta.

—Nos ayudará.—dijo serio.