Capítulo 25

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Habíamos llegado a El Reino y sinceramente no estaba segura de estar lista para lo que se aproximaba. Todos menos Rosita y yo se bajaron del coche. La latina apretó el volante antes de mirarme.

—¿Lista?—

—¿Importa?—pregunté sin dejar de mirar el lugar.

—A mi sí.—respondió seria haciendo que la mirase.

—No, pero tenía que llegar el momento.—respondí encogiéndome de hombros.

Miré a Rosita antes de bajarme del coche junto a ella. Nos acercamos a paso lento al resto de nuestros acompañante. Segundos después las puertas se abrieron dándonos paso a la comunidad.

—¡Bienvenidos a El Reino!—dijo Jerry sonriente con los brazos abiertos.

—Hola de nuevo, Jerry.—dijo Rick sonriente.

—Seguidme, El Rey os espera junto a las otras comunidades.—dijo sin dejar de sonreír.

Le seguimos en silencio hasta el teatro. Justo cuando las puertas se abrieron todos giraron su vista hacia nosotros. Fuimos pasando poco a poco y cuando miré a los presentes mis ojos se llenaron de lágrimas.

Me quedé en pie mirando hacia ellos mientras que se levantaban sin despegar sus miradas de mi. El resto había guardado silencio y nos miraban confundidos, todos menos los de El Reino, quienes sabían lo que pasaba.

—Athenea.—susurró Aina acercándose a paso lento junto a los demás.

—Hola.—susurré de vuelta liberando algunas lágrimas.

Corrió hacia mi y me abrazó como hacía tiempo que nadie lo hacía. Oí su llanto retumbar en mi pecho y sus lágrimas mojar mi camiseta.

—Has crecido tanto.—susurré entre lágrimas.

—No vuelvas a hacerme esto.—dijo con la voz quebrada.

Nos separamos lentamente. Limpié sus lágrimas mientras ella se sorbía la nariz con la parte del hombro de la camiseta.

—¡No hagas eso, Aina!—dijo molesta Deka.

—Dios, echaba de menos tus riñas.—dije riendo mientras abría mis brazos para recibirla.

—Lo sé, y yo echaba de menos a mi amiga.—dijo mientras sobaba mi espalda.

—Yo echaba de menos a la idiota que me cuidaba.—dijo el ya no tan pequeño Zigor.

—Sigues siendo un diablillo, idiota.—dije revolviéndole el pelo mientras él me abrazaba.

—Yo echaba de menos a mi líder.—

Me separé de Zigor y cambié mi semblante a uno serio.

—Eros, ya hemos hablado de esto, no soy la líder.—dije cruzándome de brazos.

—Puede que no de Infernum, pero eres mi líder, Athenea.—dijo acercándose lentamente y poniéndose de rodillas junto al resto.

—¡Levantaos, levantaos!—dije de forma acelerada intentando levantarlos yo misma.

Las risas de la mayoría de los presentes resonó por el lugar cuando al intentar levantar a Eros caí al suelo. Bufé molesta y me levanté para después dirigirme en silencio hacia uno de los asientos de la primera fila, mientras, los demás seguían riendo.

—¿Empezamos o qué?—pregunté molesta mirando a El Rey.

—Bien, antes que nada me gustaría saber vuestros nombres y el de vuestra comunidad, si sois tan amables.—dijo Ezekiel desde el escenario.

INFERNUM (TWD) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora