Capítulo 4

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El reloj que me había despertado marcaba las siete. No dudé en levantarme e ir a la ducha. Me vestí y bajé a preparar el desayuno no sin antes guardar mis armas secretas.

La cocina estaba vacía, al igual que el resto de la casa, a excepción de la habitación de Rosita que tenía la puerta cerrada, ella seguía durmiendo.

Preparé unas tostadas con mermelada y café, y justo cuando me senté a desayunar la puerta principal se abrió haciendo que mirara hacia allá y viera a una Tara ya duchada, entrar.

—Buenos días—dije rápidamente haciendo que me mirara sorprendida—. He preparado el desayuno. Tranquila, no está envenenado.—

Se acercó lentamente atraída por el olor y se sirvió en silencio una taza de café. Yo miraba mi plato interesada en mis tostadas, intentando ignorar su mirada en mi cabeza.

—Gracias.—susurró haciéndome sonreír levemente.

Ninguna dijimos nada más durante el resto del desayuno.

A las siete y media Rosita estaba con nosotras desayunando, contándonos su sueño, uno donde el mundo era normal y podían disfrutar todos juntos de la convivencia, uno, en el que yo no estaba.

A las ocho todo estaba recogido y las tres salimos afuera para ver a la gente ir de un lado a otro, ayudando en las tareas.

—Iré a la enfermería.—dijo Tara para después irse.

—Ven, te llevaré con Maggie, ella te enseñará a cultivar.—

Llegamos a un huerto donde la mujer morena de pelo corto y ojos azules—que había visto varias veces—, sembraba algo.

—Maggie.—dijo Rosita haciendo que esta se girara.

—Yo me haré cargo, tranquila. Ve a la expedición.—dijo sonriéndole a la latina, esta sólo asintió y tras apretarme levemente el hombro se fue.

—Me alegra que Rick te diera una oportunidad. Si de verdad sois buenos, realmente necesitamos gente fuerte para vencer a ese hijo de puta, sino, os mataremos.—dijo tranquilamente mientras me mostraba que hacer.

—Tranquila, nosotros tenemos tantas ganas de matarlo como vosotros.—dije repitiendo su acción.

—El desastre, ¿fue por su culpa?—

—No, fue una comunidad. Por suerte, Negan acabó con ellos. Creo que es lo único que tengo que agradecerle a ese monstruo.—

—Deanna nunca nos habló de vosotros.—

—No tenía por qué hacerlo. Éramos enemigos pero tampoco queríamos una guerra, así que cortamos lazos y ya está.—

—Pero Deanna tenía una foto de vosotras dos en su cuarto.—

Dejé lo que hacía para mirarla sorprendida y centrar todo mi atención en lo que decía.

—¿Qué?—

—Pensamos que eráis de la comunidad y Negan os mató, por eso nunca preguntamos, no quisimos remover en la mierda.—dijo encogiéndose de hombros.

El resto de la mañana pasó en silencio excepto por la indicaciones de Maggie y alguna que otra anécdota. No quería hablar, no después de que Maggie me dijera lo de la foto.

Ella me había caído bastante bien, podía ver que era una buena mujer, una muy fuerte. Pero no quería ganar confianzas con ella, no quería encariñarme, porque yo, sirvo a La Jefa.

—Veo que te está yendo bien.—

Me giré para ver a Rosita quien sonreía a pesar de que estaba sudada y manchada de sangre y suciedad.

INFERNUM (TWD) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora