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El agotamiento estaba consumiendo a Jimin entero. La fiesta de su cumpleaños lo había dejado sin energías, y con unas inmensas ganas de dormir. Cuando subió a su habitación, no lo pensó mucho y se desplomó en la cama. Cerró sus pesados párpados, pero la música en la casa de al frente le impidió dormir con tranquilidad.

Una melodía de piano llegó a sus oídos.

Su vecino era amante de la música.

Jungkook era un chico apasionado.

Se levantó a zancadas de su cama, para caminar hacia su ventana. Observa la ventana ajena; la cual quedaba en la habitación de Jungkook. Le vio tocar el piano, mientras este cerraba sus ojos. Tan concentrado, tan inspirado.

Sonrió inconscientemente al tener esa imagen de él. Jeon siempre ocupó gran espacio en su corazón. La noche les acompañaba, junto con una bonita y brillante luna llena.

De repente, la melodía del piano se detuvo. El castaño se levantó del sillón de su mediano piano, caminando hasta su ventana, para cerrar las cortinas. Pero fue la mirada de Jimin lo que le sorprendió de inmediato.

El omega agachó su vista sonrojado, si no fuera por la distancia entre ambos, él notaría su verguenza. Jungkook le sonrió con timidez, no tenía ni idea de que decir al estar en tal momento tan incómodo y tensionante.

Sus ojos achocolatados contemplaron un poco la habitación del abverso, notando algunos globos en su techo, junto con un cartel en la pared que decía "feliz cumpleaños". Se sintió un completo idiota al no haberse acordado, y ahora que lo estaba observando, no sabía como felicitarle.

Así que simplemente hizo un ademán para que Jimin centrase su atención en él. Estaban a varios metros de distancia, era complicado que escuchara su voz sin esfuerzo. Él no pensaba gritar a tales horas de la noche.

Se encaminó hacia el piano, y comenzó a tocar la típica melodía de la canción de cumpleaños. Mientras sus dedos se movían con agilidad sobre el instrumento, él se dedicaba a mirar el semblante de Jimin.

Pudo jurar que había extrañado ver al omega feliz.

La sonrisa de Park se extendió cuando el castaño comenzó a cantar. El eco de la soledad en la calle hacia resonar su voz con claridad. Por un momento, no sentía rencor hacia Jungkook.

Extrañaba tanto su compañía.

Cuando la canción acabó, el menor se levantó de nuevo del sillón e hizo una venia bastante graciosa, haciendo carcajear a Jimin. Luego se despidió con un ademán, y una sonrisa en su rostro. Cerró su ventana y se fue.

El mayor quedó plasmado en el marco de su ventana, y su sonrisa se esfumó al verlo irse. Sintió un vacío en el pecho. Él decidió dejar su ventana abierta, nunca la volvería a cerrar.

Se puso una pijama y se acostó en su cama. Cerró los ojos, sintiendo estos aguarse. Dos lágrimas mojaron sus mofletes, para después caer varias.

Ahí Jimin se dio cuenta de que todo era efímero.

Pero aún así estaba satisfecho de nunca haber roto su promesa.

-Flash back-

Y allí estaba ese par. Ambos hermosos niños jugando a la pelota en un parque, y realmente no les importaba la suciedad. Porque si, sus manitas se encontraban llenas de arena.

Kookie, pasame la pelota! -exclamó el pequeño omega.

El contrario sonrió, revelando sus hermosos dientes de conejo.

-Minie, deberíamos dejar de jugar. Estoy cansando.

-Pero...

Jungkook le dio un caluroso abrazo al omega. El cual el contrario correspondió de inmediato.

-Jimin...

-¿Si?

-Promete que siempre me vas a querer. Pase lo que pase.

Jimin sonrió, mientras sus ojos se volvían dos diminutas lineas.

-Lo prometo, Kookie.

Jungkook besó la mejilla de Jimin, haciendo tornar sus mejillas de un color carmín.

Estos dos se acostumbraban a repartir caricias entre si. Lo cual, no era raro. Pero, lo que Jungkook no sabía era que Jimin con tan solo cinco años, le amaba desesperadamente.

-Fin flash back-

Continuará...

Si, lo volví a escribir xd

Love Me Now 국민 [J.Jk + P.Jm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora