Al segundo intento Chrollo detuvo la alarma. La pantalla se apagó y volvieron a quedar a oscuras; inmóviles. Sólo se oían sus respiraciones. Chrollo no pudo aguantar más la ansiedad y se levantó.
―Chrollo, ¿Adónde vas? ―preguntó Hisoka, con un tono de alarma en la voz. Lo sujetó del brazo.
―¿Cómo adónde? Ya es la hora.
―Sí, pero... ¿cómo vas a cumplir tu castigo?
―No me digas que hablabas en serio. Es ridículo... ―protestó Chrollo, mientras movía el brazo para intentar soltarse.
―Por eso mismo. Si es tan ridículo ¿por qué tanto lío?
Atrajo a Chrollo frente a sí. Chrollo lo miró; sus ojos ya se habían acostumbrado otra vez a la penumbra. Distinguió un brillo de temor asomado a los ojos dorados, la inquietud que disolvía su sonrisa en una mueca de angustiosa preocupación. Hisoka seguía sentado; le pareció tan indefenso que le dieron ganas de abrazarlo.
—Chrollo... —murmuró Hisoka, le tocó la pierna para acercarlo más.
—¡No pienso hacerlo! Soltame... —exclamó Chrollo, asustado; retrocedió y se alejó otra vez.
—¿Por qué no? ¿Te pone nervioso? ¿Es porque te gusto?
―¿Qué...? ¡No! Claro que no — respondió Chrollo de prisa—. No digas idioteces. Y soltame... Prometiste que me dejarías... —reclamó mientras retorcía la muñeca para tratar de zafarse.
—Y vos también lo prometiste —replicó Hisoka al ponerse de pie—. Mi castigo. Se suponía que sería divertido, pero lo hacés parecer algo horri...
—¡Está bien! Está bien. Lo voy a hacer —exclamó Chrollo, exasperado.
Sacudió el brazo y Hisoka lo soltó. Chrollo resopló y miró a Hisoka
—Correte —le ordenó, algo alterado. Hisoka se volvió a sentar, obediente.
Chrollo resopló y se dio vuelta. De pronto se moría de vergüenza. Se sentó otra vez y le dio la espalda, no sin antes volver a ordenarle a Hisoka que se aleje más.
—Más no puedo... —respondió Hisoka. Se reclinó hacia atrás, hasta quedar recostado apoyado sobre sus codos—. ¿Así está bien?
Chrollo lo miró, asintió y volteó para darle la espalda. Apenas podía distinguir, si miraba de reojo, las rodillas de Hisoka que se movían ansiosas como si fuese un niño que esperaba su regalo. La penumbra cambiaba minuto a minuto. La inminente claridad del amanecer se abría paso y transformaba la oscuridad en sombras con variados matices celestes y azulados.
En contraposición, el nerviosismo de Chrollo aumentaba a cada minuto. Debía apurarse si quería aprovechar lo que quedaba de oscuridad. Miró hacia la pared, junto coraje y se sacó la remera. En ese mismo instante Hisoka detuvo su ansioso movimiento de rodillas.
Ambos se quedaron inmóviles, sin hablar. Chrollo volvió a sentir las fuertes palpitaciones. Su cabeza era un torbellino de dudas y pensamientos caóticos, que parecían crecer en el silencio y la oscuridad azulada. Ya había cumplido. Ahora debía levantarse e irse, pero no podía moverse, incapaz de decidirse.
Oyó que Hisoka se incorporaba hasta quedar sentado a su lado pero no se animó a mirarlo. Se sentía terriblemente expuesto e inadecuado, incapaz de mover un solo músculo, como si su voluntad lo hubiese abandonado de repente.
![](https://img.wattpad.com/cover/102454726-288-k19411.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Ojos de Hielo y Fuego || Hisokuro
FanficChrollo, aislado y sin Nen, acepta mudarse al piso de Hisoka en el Coliseo del Cielo. Dos años después del ataque a la Subasta en Yorkshin City, Chrollo continúa bajo la restricción de Kurapika. y está en peligro. Hisoka, ya consagrado Maestro de...