3. KURAPIKA - parte 2

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La fría luz del tubo fluorescente que iluminaba la austera habitación comenzó a titilar, dejándolos de a ratos en una fluctuante y breve oscuridad. Chrollo abrió bien grandes sus ojos grises y extendió sus brazos. Toda esa fascinante carga de energía y electricidad que llenaba la habitación, se unió a la poderosa sensación de concentrar toda su aura, sentirla fluir dentro de sí para luego liberarla en un potente y luminoso estallido de energía.

Chrollo aulló de placer y emoción al sentir toda esa poderosa energía vital, que lo envolvía y fluía hacia afuera como frías llamaradas, tocaba el techo y casi llenaba la diminuta habitación con una luminosidad increíble. Las oleadas de energía que lo envolvían casi le producían una excitación orgásmica.

Rio como un niño. Cuando levantó la vista vio a Kurapika, también con su aura encendida y amplificada, en posición de defensa al otro lado de la habitación. Chrollo se había olvidado completamente de él, tan ensimismado estaba en sentir su aura correr por su cuerpo.

―Calmate —dijo Chrollo, con una sonrisa—. Sólo estaba probando que realmente funcionara.

Disminuyó su Nen, hasta solo sentir un leve cosquilleo a su alrededor. Ya tendría tiempo de volver a disfrutarlo, y es más, de volver a pelear, con todos sus maravillosos y oscuros poderes contenidos en su libro, el "Skill Hunter". Eso le recordó algo. Sacó su celular de su bolsillo, y buscó el cronómetro. Luego se dirigió a Kurapika, que también estaba apagando su Nen.

―Quiero que me contestes algo —dijo Chrollo, ya dejando la exaltación de lado― ¿Por qué decidiste hacerte Hunter?

Kurapika pareció sorprendido.

―Me extraña que me lo preguntes. Es muy obvio. Para cazarlos y matarlos a todos ustedes y vengar a mi gente. Igual, eso ya terminó. Sólo quiero irme a mi casa ―respondió sin más rodeos.

―Pero qué interesante —murmuró Chrollo, pensativo―. Bueno, te daré diez minutos para decirme lo que tengas que decir. Esa es mi promesa. Me molestás un minuto más y te mato.

En ese instante el "Skill Hunter" se materializó en su mano derecha. Antes de que Kurapika pudiera reaccionar, Chrollo invocó su poder favorito:

―¡Indoor Fish!

Unos enormes peces plateados de Nen, con cuerpos largos como anguilas, aparecieron flotando y nadando en la pequeña habitación.

―¡Sin Nen, o te matan ya mismo! —le advirtió Chrollo a Kurapika.

El muchacho abrió los ojos horrorizado. ¡Los temibles peces carnívoros! Hisoka le había hablado de ellos. Podían comerte de a bocados y aun así seguirías vivo y totalmente consciente hasta que desapareciera el último centímetro de tu cuerpo.

―¡Me lo prometiste! —gritó Kurapika con desesperación.

Chrollo rio con evidente satisfacción.

―Y estoy cumpliendo mi promesa ¿no ves? Solo nadan tranquilos. No te atacarán a menos que yo se lo ordene o que actives tu Nen. Y ni pienses en volver a encadenarme. Dicho esto, te sugiero que pienses muy bien lo que vas a decirme. Tu tiempo comienza exactamente... ahora ―concluyó Chrollo y activó el cronómetro de su celular.

Se sentó en el sofá y dejó el celular a un lado, sobre el almohadón. En su mano derecha sostenía el libro abierto, su dedo índice marcaba la página que contenía el poder del "Indoor Fish".

Ojos de Hielo y Fuego || HisokuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora