2. NEÓN - parte 6

552 67 9
                                    


*

Chrollo se quedó helado al oir la pregunta. Hisoka tuvo que repetirla.

―Chrollo, ¿vos me amás?

―¿A qué viene eso ahora?

―¿Cómo que a qué viene? ¿En serio preguntas? —dijo Hisoka, mientras se incorporaba y se subía el pantalón.

Chrollo enrojeció y entornó los ojos con una mirada fulminante. Se levantó, recogió su ropa y comenzó a vestirse.

―Eh, te estoy hablando. ¿Me amás o no? No es tan difícil ―insistió Hisoka. Lo agarró del hombro y lo forzó a mirarlo.

―¡No! ¡Claro que no te amo! Lo que pasó, pasó. No tiene nada que ver ―respondió Chrollo exasperado, mientras se sacudía la mano de Hisoka de encima.

―Ah... entonces me mentiste aquella vez ¿Viste? Yo tenía razón.

—No sé de qué hablás. Siempre complicás todo ―protestó Chrollo.

―Cuando me dijiste que me amabas. ¿Ya lo olvidaste? Fue mentira, entonces.

Chrollo resopló. No quería hablar de aquella vez, pero tampoco quería que Hisoka se quedara con una conclusión errónea.

―No. No fue mentira ―dijo Chrollo, mientras se abrochaba la camisa.

―Ah... pero entonces mentís ahora. En alguna de las dos situaciones hay una mentira.

Chrollo apretó la mandíbula. Sabía que Hisoka no se daría por vencido hasta obtener una respuesta que lo satisfaga. Tembló de bronca y de vergüenza. ¿No se suponía que declaraciones como éstas debían ser hechas de otra manera?

―Ahora estoy mintiendo ―murmuró Chrollo, dándose vuelta para no mirarlo.

Su rostro le quemaba, se sintió patético. Estaba seguro de que si escuchaba una sola risita estallaría en un ataque de furia. Pero Hisoka no se rio, al contrario; se acercó y lo abrazó por la espalda.

―Chrollo, dejemos todo y salgamos ya mismo, ahora.

―¿Qué....? ¿Cómo que dejemos todo? ―preguntó Chrollo. Trató de apartar a Hisoka, pero éste lo apretó.

―Vámonos, ahora mismo. Dejemos todo como está y vayámonos bien lejos ―repitió Hisoka por sobre su hombro con un tono que delataba cierta urgencia.

―¿Pero estás loco? ―Chrollo forcejeó hasta que finalmente logró apartar a Hisoka lo suficiente como para poder mirarlo a la cara―. ¿Y los ojos rojos? ¿No vinimos por eso?

―Chrollo, cosas muy terribles van a pasar si nos quedamos.


Ojos de Hielo y Fuego || HisokuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora