Lo que busca el corazón

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No estoy muerta, sigo aquí... espero también ustedes.

Miles de disculpas por los retrasos, espero ya no sean tan recurrentes.

Y ya no los fastidio, que disfruten el capítulo.

Capítulo 14

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Lo que busca el corazón.

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—Ummm.... Has este ruidito para encontrar a tu yo interior. Ummmmm

En un hermoso jardín  rodeado de flores, a un lado del rio resplandeciente, un troll y un hada se encontraban sentados en posición de flor de loto, con los ojos cerrados. Ese lugar era el "jardín de la concentración", como lo había nombrado Cooper, el cual creía que ese lugar ayudaba a cualquier criatura a encontrar lo que buscaba.

—Ummmm... yo interior hazte presente ummmm. —canturreó Lavander con el mismo tono que había usado Cooper para concentrarse. —Muéstrame qué es lo que estoy buscando ummmmm,

Siguiendo con aquel ejercicio, la sesión de "Ummmm" y "Ommms" se extendió durante varios minutos, y a pesar de que el hada hacía su mejor esfuerzo para concentrarse no conseguía nada más que le diera sueño.

— ¡IMPOSIBLE!

—¡¿Qué?, ¿qué?! —exclamó su compañero en un sobresalto que ocasionó que la burbuja de moco que tenía en la nariz le estallará en la cara.

—¡¿Te quedaste dormido?! —reclamó la frustrada hada.

—Eh... no, no... bueno sí. —admitió el troll con una risita.

Lavander suspiró.

—Descuida... hasta yo me estaba quedando dormida. —Confesó avergonzada—Pensé que si me concentraba lo suficiente  podría encontrar lo que estoy buscando; pero en lugar de eso me dio mucho sueño, no cabe duda... soy una torpe.

El troll de cuatro patas se entristeció al verla tan derrotada y se abstuvo de comentar alguna tontería, sólo se sentó a un lado de ella y la acompañó en su lamentación.

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No muy lejos de ahí, un gnomo y un lobo también se encontraban paseando por los alrededores, o específicamente buscando a alguien importante.

—Gracias por acompañarme a buscar a Lavander y a ese loco. —dijo el Bo el cual iba cómodamente montado en la cabeza de Kaiser.

—No tienes que, ustedes son mis amigos y me preocupa que esos dos estén afuera con este clima. —respondió el lobo alzando su vista al cielo el cual poco a poco se empezaba a tornar en un color grisáceo.

—Debí ir con ellos desde al inicio, pero esa Lavander a veces me saca de quicio a veces.

—Lo sé, pero creo que se ha visto más animada desde que llegamos al castillo de la reina ¿no lo crees?

—Eso que ni que... hasta yo me siento mejor, como si fuera capaz de hacer cualquier cosa. —contó el gnomo con tono inspirador.

—Entonces creo que tú también encontraste tu lugar. —concluyó Kaiser feliz por su amigo.

—Eso parece, pero Lavander...

—¡ ¡ ¡ ¡¿POR QUÉ?! ! ! !

Tanto el gnomo como el lobo se silenciaron y pararon la caminata al reconocer aquella chillona voz, era su amiga hada no les quedó duda, y porque se escuchaban que esta se quejaba supusieron que algo andaba mal; así que sigilosamente acudieron a donde se escuchaba su voz internándose  entre los arbustos de una gran matorral para poder espiar con más libertad.

El herrero y la bestia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora