Snoggletog

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Buenas noches.

😊

Capítulo 24.
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Snoggletog.

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Después de haber sido expulsado de la isla, Arroyiin huyó hacía una isla desierta que no era tan reconfortante como lo era Vahaheim, pero que al menos estaba muy lejos del alcance de Kiba.

Los escaldarones lo habían abandonado después de la revuelta, los trolls que trabajan con él no estaba seguro si había sido atrapados o devorados por los enemigos, lo único que tenía era al Roba huesos que seguía sirviéndole fielmente, y como su único tesoro, la escama de la reina que aun llevaba consigo como si de una capa se tratara, con esta se cubría cada noche cuando dormía sobre la áspera arena como todo un vagabundo; sin embargo una noche...

—Amo... ¿escuchó eso? —se levantó agitado Huesitos después de haber escuchado unos ruidos extraños en el otro extremo de la isla.

—Es el viento, vuelve a dormir. —respondió el troll adormilado, y sin prestarle atención se volvió a acurrucar entre su escama.

—No Amo, no es el viento, escucho voces y se ve algo extraño a lo lejos.

Gruñendo para sus adentros, el perezoso troll se levantó de su lugar, viendo como su amigo miraba fijamente algo a lo lejos. Se rascó los ojos para quitarse lo adormilado y cuando pudo despertar por completo notó que aquello que su sirviente veía era fuego, y aquellas voces sólo podían ser de:

—¡Humanos! —gritó alterado.

—¿Qué hacemos amo? —preguntó Huesitos asustado, pues la isla no era muy grande y no había mucha vegetación por lo que pronto darían con ellos.

Arroyin miró hacía sus únicas opciones: una palmera que estaba a un lado de ellos y el cielo nocturno, la palmera no era muy viable por el tamaño de su compañero dragón por lo que, aunque no quisiera tenía nque irse de ahí.

—¡Amo! —despertó el roba huesos con un gran rugido. —¡Ya están más cerca!

"¿Escuchaste eso?"

"Sí, ¿qué será eso?"

—Y ya los alertaste ¡tonto! ¡Vámonos de aquí! —se montó rápidamente Arroyin, ordenando el inmediato despegue de la isla.

Desde las alturas el pequeño troll sólo alcanzó a ver que efectivamente se trataba de humanos, y con una apariencia muy tosca y violenta que pronto comenzaron a inspeccionar el lugar donde se habían quedado.

—Ufff eso estuvo cerca. —sintió alivió al verse a salvo y llevó su mano al cuello para acomodar su capa escama, cuando consideró que no la tenía puesta, se había olvidado tomarla. —¡Mi hermosa escama! —gritó viendo que era demasiado tarde para recuperarla.

—Lo siento mucho amo, sé que era su único tesoro. ¿Ahora a dónde nos dirigiremos?

Arroyin estaba cabizbajo, sentía que había perdido todo, más no lo aceptaba, no estaba dispuesto a perder todo su tesoro por lo que tomó una decisión.

—Volvamos a Vanaheim... y no me importa como le hagas, pero recuperarás mi tesoro. —respondió sombríamente.

El roba huesos sintió cierto temor, pero como fiel súbdito y causante de que perdiera algo valioso asintió a sus deseos y voló toda la noche de regreso a su hogar.

El herrero y la bestia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora