El herrero y la bestia (TERMINADA)

Los limpiadores

¿Sigue ahí? Espero que sí.

Sorry por la demora, espero que les guste :c

Capítulo 15

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Los limpiadores.

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Para encontrar a los limpiadores, el grupo de viajeros tenía que dirigirse a la costa, esta se encontraba a unos cuantos kilómetros del centro de Nomen y del castillo en sí, y no era un recorrido largo; sin embargo, si a cierta caminata se le agregaba un factor desesperante el viaje de unos cuantos kilómetros se podía convertir en un recorrido que podía parecer que duraba toda una eternidad...

—10 dragones se columpiaban sobre la tela de una araña... como veían que resistía mandaron a llamar ¡¿a quién?!

—¡A otro dragón!

—¡11 dragones se columpiaban...

—¡YA CALLENSE! —Gritó el frustrado Toothless al par de trolles cantores.

—¡Por eso no quería que vinieran! —secundó Branch harto de las cancioncitas.

—Aww... ¿quieres que cambiemos de canción Branch? —preguntó la comprensiva Poppy.

—Lo que quiero es que tú y Copper cierren la boca... de preferencia hasta que termine este viaje y me encuentre lejos de ustedes.

—Awwww... Branch, ¿qué pasa con esos ánimos? ¿Por qué mejor no cantas con nosotros? ¿Eh?

El troll, que iba montando en la cabeza del gruñón de Toothless, prefirió darle la espalda, pues hablar con la princesa de los trolls era como hablar con la pared.

—Stormfly... acércate más a ellos. —pidió la rosada a la dragona que hasta ese momento solo se había dedicado a caminar al compás de los demás.

—Creo que es mejor dejarlos en paz.

—No, que bah... ¡anda! Tengo una idea. —pidió entre risitas.

Con la poca voluntad que tenía para esas cosas, la nadder hizo caso y se acercó a su amigo dragón, al hacerlo, Poppy de un salto llegó a la cabeza de Toothless.

—Hey troll... ¡distancia! —Pidió este de inmediato, no dejaba que cualquiera lo montara.

—Solo un momento Toothless... Branch...—llamó al amargado troll que mantuvo su postura de ignorarla lo más que pudiera. —Todos somos un equipo, y nosotros como trolls, siempre nos damos ánimos cantando, ya sea cuando estés triste, feliz o simplemente para relajarnos.

—Yo no canto Poppy, prefiero el sonido del silencio. —dijo el troll evadiéndola lo más que podía.

Sin embargo, el repentino sonido de las notas de una guitarra lo hicieron volverse hacia la princesa; Poppy, tocaba lentamente el instrumento, que de seguro sacó de entre su cabello, y con una expresión sutil en su mirada lo invitaba a escuchar.

—Hola vieja amiga oscuridad, vengo hablarte otra vez, porque tengo visiones que suavemente me arrastran dejando semillas mientras duermo, y esas semillas fueron implantados en mi mente que aun permanecen en el sonido del silencio...

Una canción que llegó al corazón. Todos los viajeros, incluidos Astrid y Hiccup que habían permanecido lejos de su discusión quedaron en silencio con tan dramático desenlace. ¿pero que había de Branch? Era la opinión que más le interesaba a Poppy.