El herrero y la bestia (TERMINADA)

El origen de la bestia Pt2

           

Buenas tardes/noches o donde se encuentren.

Gracias nuevamente por la aceptación a este nuevo fic, aquí estoy con un nuevo capítulo, espero les guste.

El origen de la bestia

Parte II

Dos días después.

Faltaban poco para el amanecer; en las afuera del gran pueblo de Nomen aun las calles se encontraban en total silencio, solo  una que otra casita ya tenía sus antorchas encendidas, pues algunas familias, padres y madres por igual, se preparaban para mandar a sus hijos a la cacería.

En el gran castillo, Astrid ya se había levantado y vestido con una armadura plateada que había mandado a hacer especialmente para el gran evento; preparó sus provisiones en una maleta que el sirviente le habían llevado desde el día anterior; y a diferencia de todas las familias que ayudaban a sus hijos con aquella labor, ella estaba sola.

Esperaba que al menos su padre acudiera a su morada para desearle buena suerte, motivarla con alguna que otra palabra, que le dijera que estaba orgullosa de ella, pero nada; en lugar de eso sólo mandó a una de sus súbditas

—El rey quiere verla, la espera en el salón de banquetes. —anunció la mujer con una respetuosa reverencia.

—Gracias. — respondió esta cabizbaja.

Salió a paso lento junto con todas sus cosas; en el exterior todo seguía tan oscuro como en el interior; al llegar al salón indicado, abrió la puerta con cuidado, aunque de igual manera rechinó ruidosamente provocando un eco en aquel solitario espacio y en donde sólo esperaba una persona: un sombrío rey sentado en su trono.

—Me mandó a llamar padre. —saludó hincándose sobre una pierna y agachando la cabeza.

—Hoy es el solsticio Astrid, no lo arruines. —habló su progenitor apretando las braceras de su trono.

La niña tragó saliva, sintió nervios y como si un gran peso estuviera sobre sus hombros.

—Por cuatro generaciones los Hofferson nos hemos destacado por ser los mejores cazadores, para ser más exactos, desde que Hofferson II, hijo del rey conquistador, asesinó a su primer dragón a la corta edad de 8 años...

Astrid seguía con la cabeza inclinada mientras escuchaba aquella historia que ya se sabía de memoria. Aquel al que llamaban Hofferson II, con tan sólo 8 años, asesinó sin piedad a un dragón cuando este intentó matarlo mientras se bañaba en un lago cercano. Lo documentado por su familia, contaban que ese temerario cazador había sido un chiquillo alto, fuerte y valeroso; y que había cortado la garganta del dragón y se bañó en su sangre, además que llevó los miembros a su padre, que orgulloso con su hazaña, decidió convertirla en una festividad para traer honor a las familias.

El rey Hofferson I había determinado tal fiesta en el solsticio de la primavera, pues de lo que había estudiado de los dragones sabía que estos ponían huevos en el otoño y que eclosionaban  unos días después del solsticio de invierno, y para el solsticio de primavera aquellas crías ya eran los suficientemente grandes como para dar buena batalla. Además que encontró la excusa perfecta para controlar a la población, que por más que querían erradicarla seguían apareciendo más y más. 

— ¡¿Has entendido?!

La pequeña se sobresaltó, se había fundido tanto en sus pensamientos que muy apenas había escuchado el discurso de su padre.

—Sí, padre.

—Bien, ahora vete... más vale que caces algo bueno.

Astrid, aun con la cabeza gacha, asintió, se puso de pie sin darle la espalda a su padre, dio unos cuantos pasos antes de hacerlo y salió del salón el cual estaba más claro gracias a la luz del nuevo día.