Capítulo 21

2.5K 286 14
                                    

April y Belmont caminaban por las concurridas calles de Brouillard. Ella estaba buscando las cosas necesarias para la fiesta de Verónica y había convencido, sin mucho esfuerzo, a Belmont de hacerle compañía.

—¿Cuántos años tienes entonces? —preguntó April.

—Dieciséis.

—¡¿Solo dieciséis?! —exclamó April impresionada —. ¿Los años de los elfos se cuentan diferente, cómo los de los perros?

—Sí, se cuentan diferente, en siglos...

—¡Tienes dieciséis siglos! —exclamó April mientras pasaban frente a Belle Orchidée.

—¡No! no, no, no, —se apresuró a aclarar Belmont —, tengo dieciséis años humanos.

—O sea...

—Sí, me dormí justo el día que cumplí dieciséis años —continuó Belmont —, por eso mi padre no quería darme la misión de cuidarlos, dijo que era muy joven e inexperto.

—¿Y por qué accedió al final?

—Mi madre se lo ordenó.

—Y tu madre está viva...

—Oh sí, claro que lo está —dijo Belmont —, está muy viva —las personas que andaban por el lugar desviaban su vista al muy poco conocido elfo como si fuera la novedad más importante en Uspiam.

—¿Y por qué no fue a salvarnos con tu padre? —preguntó April.

—Porque mi madre es la encargada de Lenandorf, es como dirían ustedes, la alcaldesa —contestó Belmont —, además es una elfa muy poderosa, mucho más que mi padre, mucho más que cualquier criatura que yo haya conocido jamás. Aunque mi padre siempre dice que hay seres más poderosos. Por ejemplo, se supone que cuando ustedes alcancen el poder total de las gemas serán extremadamente hábiles.

—¿Y cuándo conoceremos a tu madre?

—El día que vayan a Lenandorf.

April entró en una pintoresca tienda llena de artilugios fiesteros y Belmont la siguió.

—Cambiando de tema —dijo April —. ¿Cuéntame algo sobre ti?

—¿Qué quieres saber?

—Podemos empezar por algo básico... ¿Cuál es tu película favorita?

—Nunca he visto una, estuve dormido durante su creación, apenas sé de su existencia —respondió Belmont mientras miraba incesante para todo lado sorprendido con tantos colores —. Todo lo que sé, lo aprendí leyendo los libros de la biblioteca, hay muchas cosas de las que estoy enterado pero que nunca he hecho.

—¡No lo puedo creer! —exclamó April —. Y si no has visto una película, me imagino que tampoco una serie, ni un noticiero ... ¡Tengo una idea! Apenas acabemos de comprar las cosas para la fiesta vamos a ir a hacer algo que nunca hayas hecho. ¿Te parece?

—Sí, pero antes de eso tengo que mostrarte algo —dijo Belmont jugando como un gato con unas serpentinas —. ¿Para qué usan esto?

—Se pegan al techo y caen así —dijo April extendiendo una de las serpentinas —, pero no vamos a llevar de estas porque la fiesta es al aire libre y no se podrían pegar a nada —agregó y las ubicó de vuelta en el estante —. Ojalá que no llueva ese día, aunque en Uspiam nunca se sabe.

April tomó de los estantes una bolsa con globos de todos los colores habidos y por haber y de pronto recordó algo.

—¡Ay no! —exclamó —. No hemos escogido temática para la fiesta.

Las Gemas De UspiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora