Amanecer

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Matt por fin me cedió el asiento de la ventana, ya que me lo había ganado, tuvimos que jugar a piedra papel o tijeras, lucha de pulgares y quien parpadeara primero. Ese fue el más difícil, no podía quedarme mucho tiempo mirando los ojos de Matt , me era imposible no pestañear, pero en la lucha de pulgares le gané todas y gracias a eso estoy aquí en la ventana.

- Sabes que te dejé ganar verdad?? No creas que fuiste tú.

Matt bufa mirándome por encima del hombro, a su lado se sienta una mujer obesa, bastante obesa, con un bolso gigante en mano. Tiene pelo rubio rizado y corto por encima de las orejas, unos cachetes enormes, labios finos pero gruesos con el labial un poco corrido y un maquillaje un tanto extravagante.

Matt voltea a verla y luego me mira de forma graciosa, ruedo los ojos y me centro en la ventana.

***

Han pasado creo dos o tres horas de vuelo. Me hubiese encantado tener un libro que leer mientras viajo, pero solo me queda mirar el cielo por la ventana y escuchar las anécdotas de Matt.

- recuerdo que un día, hace años ya, estaba pequeño, vivíamos en otra casa, cuando eso mis padres vivían...

Un poco de tristeza surca los ojos de Matt pero luego desaparece igual de rápido que como llegó.

- recuerdo que una vez, cuando vivíamos en una casa pequeña con papá, mamá y la nana. Nana estaba trapeando y yo jugando fútbol en el patio, entraba y salia para la casa, llenando el piso de lodo y pasto. Nana enojada cerró la puerta y no me quiso dejar entrar, resulta que ahí en el patio me dieron tremendas ganas de ir al baño, y no a hacer del 1, no tenía opción más que hacer ahí en el patio, cabé un pequeño agujero...

Hay no que asco, Matt ve mi mueca de asco y ríe, es completamente desagradable.

-... Y pues no me quedó  de otra más que hacer en el agujero, pero eso no es todo, en el patio había un olor a mierda que te cagas we, cuando nana salió que le dió aquel tremendo olor y no había ninguna mascota a quien culpar y mis manos no estaban del todo limpias. Ese día me dieron un castigo enorme, recuerdo haber durado toda una semana de castigo y tuve que desenterrar la mierda con apenas 7 años creo, fue terrible.

Hecho una carcajada y Matt la sigue, no jodas tuvo que recoger la mierda!! Que asco!!  Me imagino a un Matt pequeño todo sucio de mierda con cara de "yo no fuí".

La mujer que está al lado de Matt está dormida y su cuerpo está tirado prácticamente sobre Matt, sus ronquidos parecen de caballo o más bien un tractor dañado.

Matt se tira un poco sobre mí para que la mujer no quede completamente sobre él y su cabeza la pone en mi hombro, me siento un poco incomoda con su contacto pero no lo aparto.

- vaya mujer que pesa- se queja Matt en mi oído, río por lo bajo.

Al rato comienzo a sentir soplos en mi oreja, volteo y es Matt, lo fulmino con la mirada.

- es que estoy aburrido... Me prestas tu mano?

Lo miro algo raro, para que quiere mi mano? Si que debe estar aburrido.

- solo pásamela y ya- le paso mi mano, él la toma y comiemza a examimarla.

- que delgadas y pálidas, tus venas sobresalen y ese esmalte azul oscuro, resalta en la palidez, pero aún así siguen luciendo hermosas.

Quito mi mano de la suya y miro a la ventana, Matt salta con cosas tan estúpidas a veces que no sé ni como contestar, es como si dijera todo lo que le llega a la boca sin pensarlo.

- tampoco era para que te enojaras... Me prestas tu cámara?- ruedo los ojos y saco la cámara de la pequeña mochila.

- sonríe!! - Matt comienza a tomarme fotos desde cada ángulo, es algo molesto, pero yo también estoy aburrida, me pongo a hacer caras graciosas a la cámara y Matt ríe. Se acomoda y comienza a tomar fotos de ambos, caras lindas, feas, chistosas, de todo tipo.

Toque De Un Alma Fugaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora