Toque De Un Alma Fugaz

El Rechinar De Sus Botas

Abro los ojos pero todo sigue oscuro... ¿Dónde estoy?  Mis manos no puedo verlas pero siento que están atadas a mi espalda, mis pies al igual se desgarran con lo que supongo que es una soga. El lugar en el que estoy aunque no veo nada, puedo decir que es diminuto, siquiera puedo estirar los pies, siento como tambaleo en el lugar en el que estoy... Es...  El maletero de un coche. No ha tapado mi boca con nada aun. Trato de zafarme de las cuerdas, pero son intentos inútiles. Tengo miedo... Todo está oscuro, esto es muy pequeño. Las lágrimas caen por mi rostro, el llanto comienza a llenar el silencio de éste maletero; sentir como la soga desgarra mis manos y pies en cada intento de safarme de ésta angustia, como las jugosas lágrimas caen a mis labios con el amargo sabor de la derrota. Me siento como aquella niña de 6 años que lloraba en el armario en espera de lo peor al abrirse aquellas enormes puertas. El olor a moho, tabaco masticado, licor y cerveza rancia, ese característico aroma que emana de Rick se cuela por mis fosas nasales posandose en mis pulmones y embriagando todo mi cuerpo.

El auto se detiene, mis manos y pies tiemblan. El rechinar de las viejas botas de rick hace presencia en mis oídos, aquel sonido que helaba mi sangre y ponía mis pelos de punta no ha perdido su efecto. Como es que después de 11 años, sigue causando tales disturbios a mis nervios? Las llaves se incrustan en el capó y mis ojos se cierran en respuesta al temor que invade mi cuerpo en este momento.

- Sé que estás despierta, o esas lágrimas salieron de tus ojos cerrados? -  La voz raspada de rick hace que los pelos de mi nuca se erizen. Aprieto los ojos con más fuerza.

- No seas estúpida! Mírame cuando te hablo!- la mano de rick se estalla contra mi mejilla haciendome girar sobre mi. Mis ojos se abren y dejan escapar lagrimas fugaces.

- No puedes estar despierta al lugar al que te llevaré - mi mirada de profundiza y su puño se estalla en mi nariz. Un dolor agudo llega a mi cabeza, mis ojos se tiñen de sangre y mi conciencia se pierde.

***

Mi cabeza duele, siento como si ya no tuviera nariz, el sabor de la sangre en mi boca, amarga y tengo que escupir. Ahora estoy en una especie de habitación, no hay bombilla, una luz roja parpadeante se cuela por la ventana. Mis muslos hacen contacto con el frío piso, ahora estoy atada a una especie de tuvo de metal incrustado en el suelo ; no tengo zapatos, solo llevo el  T-shirt y unos shorts de mezclilla no ajustados, cuanto no habría dado por haber elegido unos jeans largos en vez de unos shorts.
El piso está sucio, ha manchado mis piernas y parte de mi ropa. A mi lado hay una cama, es como una habitación de hotelucho barato. Mi cuerpo se siente pesado. Donde está Matt? Estará buscándome? Cuanto ha pasado desde que estuve en el parque? Donde estoy?

La puerta se abre y Rick entra con una cerveza en mano, mientras sostiene sus flojos pantalones.

-Asi que ya despertaste eh? - se pasea por el cuartucho dando largos sorbos a su bebida.

- Que es lo que quieres de mi!!?? - un grito ahogado sale de mi boca.

- Estás hablandome!!??- estampa su pie en mi estomago repetidas veces.

- Quien te crees que eres para subirme la voz!!?- su pie en mi estomago, duele... Duele mucho, siento que no puedo respirar, el aire se atasca en mi garganta. El tambaleo de estarme golpeando hace que derrame su bebida sobre mi, golpeándome hasta el cansancio rick comienza a desatarme del tubo de acero.

-Ya verás lo que pasa cuando hablas, mocosa maldita - me sostiene por ambos brazos subiéndome a la cama. No no no no.

- No... No no suéltame!! Déjame!! No me toques!! Por favor!! - a forcejeos me sube sobre la cama, pone la botella en mi boca.

- Toma... sé que quieres...- escupo todo el líquido de la botella, es repugnante. Trato de zafarme a como de lugar de las manos de Rick.

- No crees que hace calor eh?- sus manos van a mi camiseta y la desgarra dejándome en sostén.