Pequeña Salamandra

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Vamos en el avión, yo en la ventana y Matt a mi lado, nós dirigimos a "casa" eso entristece mi corazón, extraño a Roger y a Samy, pero quisiera que ellos vinieran a viajar conmigo y no yo tener que volver allá. Allá me espera mi enfermedad, una sala de hospital, una camilla, un catéter listo para extraer mi sangre; no sé que tan grave estoy, no sé que tiempo tendré que esperar pegada a una camilla, eso es lo que me aterra, ese frío cuarto de hospital, con el titilar de las máquinas, el sumbido de los aparatos conectados a mi piel.

- No quieres volver verdad?- Matt interrumpe mis pensamientos.

- Tengo... miedo Matt- inclino el rostro, siento el ardor en los ojos, las lágrimas amenazan con salir, pero las retengo, Matt sostiene mi mano y deposita un beso sobre esta.

- June... Yo estaré contigo, no hay nada de que temer, saldremos de esto juntos, lo  prometo- besa la coronilla de mi cabeza.

- lo pinki-prometes? - levanto mi dedo meñique en dirección a Matt, un simple "lo prometo" no es suficiente para mi, sin embargo las pinki-promesas son ley, sagradas. Matt ríe y juntamos los meñiques, sellando la promesa al unir los pulgares.

- Eres tan adorable!- agarra mis cachetes con fuerza, ruedo los ojos, odio ese término. Bufo y Matt besa mi frente, le devuelvo el gesto con mi mano en su cabeza, si leíste bien, Matt me besa y yo lo golpeo.

- aaaiisshhhh un beso y  me golpeas!!- frota  su cabeza adolorido, ruedo los ojos.

- ya déjame dormir que estoy agotada!- me acomodo en el asiento, recostándome del hombro de Matt y cierro los ojos tratando de conciliar el sueño y cayendo en los brazos de Morfeo.

***

Algo húmedo se pega a mi cara, abro los ojos con pesadez y son los labios de Matt, está depositando besos en toda mi cara. Me incorporo y lo golpeo en el hombro.

- aaaiiisshhhh no molestes!- vuelvo a golpearlo y Matt no deja de quejarse.

- eres la primera chica que se queja de mis besos!! Otras morirían por estar en tu lugar- saca la lengua poniendo cara de suficiencia, ruedo los ojos.

- anda! solo uno, si?- ojos de cachorro, puchero y manos suplicantes, como puedo resistirme?

- no te será tan fácil, aún no estamos saliendo, tienes que hablar con Roger e ir y pedirle permiso para que salgamos.- su cara palidece y traga profundo, río golpeándolo en el hombro.- oh vamos! Te has acobardado?

- ehhh...  Segura? Vale, desde que lleguemos le daré la noticia.- la forma en que traga lento y mueve sus manos me demuestra que no está seguro de lo que está diciendo, está asustado.

Ya estamos aquí, vamos en el taxi que nós llevará a casa. Nadie sabe que volvemos, no lo sabe Sam o Roger, no tenemos celulares para avisarles y la decisión de volver fue tan repentina que no pudimos mandar una carta.

- estás lista? - Matt sostiene mi mano, asiento tragando saliva.

-aaiisshhh voy a extrañar tu voz!- sonrío, Matt es muy dulce.

- ah si? A ver... Que tanto?- nuestros rostros están tan cerca que nuestras respiraciones chocan, nuestro juego de miradas se intensifica cada vez más.

- quieres que te lo diga o que te lo demuestre? Te advierto... Si te sigues acercando así, no me hago responsable de lo que pueda pasar.

Su voz se vuelve ronca, raspando cada esquina de mi ser, en cada inhalación que hace al hablar, Sus ojos se oscurecen tornándose de un azul marino, mira mis labios y mis ojos de forma sincronizada, el sexy Matt a vuelto amigos!

Toque De Un Alma Fugaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora