— I really, really, really —muchos really más tarde— like you.
Elisse se mira en el espejo una última vez y después de media hora de hacerse todos los peinados habidos y por haber, por fin se decide por llevar el cabello suelto.
— Perfecto —sonrie.
Pero su sonrisa se borra cuando nota una ligera irregularidad en su cabeza.
— ¿Qué es esto? —se palpa en la parte del cuero cabelludo colindante con su frente— aquí hay un hueco —aterrada.
— Nos estamos quedando calvos, ¡qué horror!
— Horror es llegar tarde otra vez y que todos se nos queden viendo como animales mutantes —replica Erik.
— ¡Pero mira! —señala la zona afectada— a este paso nos quedaremos con cinco pelos en la cabeza como la abuela Adela.
— ¡Más respeto con la abuela, ella es un pan de Dios!
— No tengo nada en contra de la abuela, ella siempre nos alimenta muuuy bien cuando vamos a visitarla. ¡Mi problema es la calvicie que pudo habernos heredado! —reclama Jack.
— Ya callense, no es para tanto, sólo he perdido un poco de cabello, no significa que me quede calva, eso nunca va a pasar, además... Miren que largo y hermoso está nuestro cabello, no podría pedir más —sale del cuarto de baño satisfecha con su apariencia— además, Erik tiene razón, no puedo volver a llegar tarde, sería embarazoso, y peor después de lo de ayer.
Busca ropa en sus cajones.
— Ponte las sandalias, pero no las cremas, sino las negras y con tu polo negro con el estampado de Facebook con letras blancas y... ¡Oh! Ese short blanco levanta moral, que nos queda de lo más genial.
— Creo que quedaría mejor con unas zapatillas negras —opina Jack.
— Ay que absurdo, ¿quién es el demente que usa esas zapatillas en pleno verano? Nos quemaran los pies, sudaran, ella se quitará los zapatos en cuanto nadie la vea porque no lo aguantara y después apestaran a abombado nuestras amadas zapatillas, que por cierto, se usan en invierno o media estación.
— Bueno, si ya terminaste, nos tenemos que ir —una Elisse totalmente cambiada y con unas zapatillas bien puestas en sus no tan pequeños pies.
— Conste que te lo advertí —se encoje de hombros Eric mostrando una actitud indiferente, aunque por dentro está renegando porque Elisse prefierio hacerle caso a Jack.
Desayuna, se despide con un beso de su mamá y sale corriendo.
— Maldita pobreza. Si tuvieramos un auto no tendríamos que ir aplastados en esta fétida lata de sardinas —se queja Jack.
— Silencio... Ese tipo sudoroso que está atrás de nosotros se está acercando demasiado —advierte Erik.
— Ay por Dios, tiene cara de pederasta —dice aterrado Jack— Elisse hay que movernos, no quiero que ni se nos acerque, que asco.
— Lo que da más asco es su cara libidinosa —agrega Erik igual de espantado.
— Ok, no se preocupen, ya casi llegamos, estamos como a dos cua...
No termino de formular esa idea cuando el tipo con una mano le agarra su nalga derecha.
— ¡Hijo de zopotramadre! ¡¡¡¿¿¿Como pudo tocarte???!!! —exclama Jack totalmente indignado— ah no, yo me achoro con este maldito, agarrenme porque yo le parto su madre.
— ¡¡¡Degenerado!!! —grita Erik aún impactado.
Para ese momento Elisse ya se había acercado al chófer y un grupo de señoras que estaban por bajar y... Llorando, sí llorando... Les cuenta lo acontecido.
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Mi Loca Mente Y Yo
RandomElisse es una chica aparentemente normal, ha pasado por momentos difíciles y eso la ha vuelto algo fría y desconfiada, hasta que reaparece en su vida un viejo amigo de la infancia que pondrá su mundo de vuelta y media, con lo cual ella tratará de li...