Mi Loca Mente Y Yo

Cap. 2: ¿Por qué mi vida es tan caca?

Apesta.

Realmente apesta está situación.

Encerrada en un asqueroso baño de mujeres, un día en el que justo se fue el agua en la universidad. ¿Y todo por qué? Porque me hice pipi en los pantalones de tanto reír.

Esto me hace recordar la época del colegio. Sigo siendo igual de Fail.

— ¿Ya ves Elisse? Te dije que no leyeras momazos en plena clase —le recrimina Eric.

— Y yo te dije que no tomarás tanta agua —hace más peso Jack.

— ¡Y yo les dije que se callaran!

— ¡Exacto! Nos hiciste callar y mira las consecuencias. Y tu, Jack, ni se te ocurra volver a hablar, porque el que la influenció para abrir Facebook en el peor momento, fuiste tu —lo amenaza Eric.

— Hola, sigan peleando, adelante, yo mientras tanto sigo con el calzón y pantalón mojados.

— Iugh, que asquito contigo, no tienes vergüenza —se queja Jack.

— Mirando la situación, nuestra mejor opción es...

Mira al rededor y ve donde se supone que debería estar el p.h. Y por supuesto, no hay nada.

— Demonios, ya me gaste todo el que tenía tratando de secar mi ropa.

— ¿Y qué se supone que haremos? —cuestiona Jack.

De pronto una voz se escucha cerca de la puerta de entrada del baño.

— Oye Elisse, ¿estas por aquí?

— Mira este idiota que se pone a gritar en pleno baño si estas o no aquí. Nos hará pasar vergüenza.

— ¡No! ¡Es perfecto! Pide ayuda Elisse, es tu oportunidad.

— ¡Eric te volviste loco, eso sería muy embarazo! No lo escuches Elisse, eso es suicidio social —grita Jack alterado.

— Pero es mi mejor amigo, y de verdad no podría pasar nada peor...

— ¿Recién lo has visto hace dos semanas después de cuatro años sin verse la cara y dices que son mejores amigos? —le cuestiona Eric.

— ¿Y eso es lo que te preocupa? ¡Nuestra chica esta por perder su dignidad! —obviamente ese es Jack.

Elisse, cansada de tanto divagar entre hacerlo o no. Hace lo que ella cree que es mejor. Y este es el resultado:

— ¡Esteban! ¡Aquí estoy! ¡Ayuda!

— Lisse, ¿te encuentras bien? ¿¿Qué te paso?? —se cubre la nariz asqueado— ¿y por qué apesta tan feo aquí?

Esteban, sin reparo alguno entra al baño de chicas y busca con la mirada el cubículo donde podría estar su vieja amiga de infancia.

— No hay agua —dice ella en una voz casi tan tenue como un murmullo.

— Y yo que creía que las chicas son más limpias en ese sentido.

— Eso es un estereotipo.

Él sigue el sonido de su voz y da con ella.

— Lisse, ¿estas en este? —golpea con el dorso de la mano.

— Si... —admite ella con desgano.

Él intenta no reírse. Había salido corriendo unos segundos después de que ella prácticamente volara lejos del salón. Tenía sus sospechas, y ahora las confirmaba.

— Te vino tu mes, ¿no es así? –con una sonrisa de lado.

— ¡No! Lo que en realidad paso fue que...