Cap. 23: Te extraño

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Esteban esta echado en su cama, con el cabello todavía húmedo, el cuerpo ya limpio y oliendo a jabón de hombre. Tiene los ojos cerrados.

Esta exhausto. Es natural, ha puesto todo lo que le quedaba de fuerzas para lograr bañarse, con la ayuda de su mejor amiga, que por cierto, yace al lado de él, con la cara a centímetros de la suya.

-Mierda -se lamenta Elisse.
Por fin, con lo que le queda de voluntad, lo empuja bruscamente hasta el otro extremo de la cama y lo ve rodar hasta caerse abruptamente.

-Uh, eso debió doler -hace un gesto de dolor.

Ahora, va hacia la ducha a arreglar el desastre que tuvo que armar por bañar a Eban. Seca el piso con la toalla vieja que hace de trapeador y los recuerdos recientes la invaden. Su cara inmediatamente enrojece.

-No, no, no, no, no -mueve la cabeza contrariada- no pienses en eso Elisse -sigue secando- solo fue un accidente... Además, no fue la gran cosa. Felizmente se pudo sacar el pantalón y el bóxer él solito.

-Tú tallaste su espalda -dice Erik, con cara de trauma.

-Estaba sentado en el suelo de la ducha a espaldas, no le vi nada -se ruboriza y enoja aún más- ¡lo sabes!

-Uy sí, y no es como si cierta señorita hubiera volteado cuando él se pudo levantar para lavarse otras cosas -se materializa y ve a Elisse sudando frío, a punto de explotar- Esa cortina no dejaba mucho a la imaginación -la molesta Jack- ¿Qué paso Elisse? ¿Te atormentan tus sucios e impuros pensamientos?

-¡Ay, ya cállate! -se tapa los oídos con ambas manos, aunque sabe que eso es inútil- Yo no vi nada... Al menos no intencionalmente... Y-yo solo quería asegurarme de que no se matara aquí. Es todo. Ya déjenme en paz.

La chica termina de ordenar en el cuarto de baño, recoger la ropa y secar todo. Cuando el espejo de la ducha empañado, no puede evitar recordar el cuerpo empapado de Eban. Toma una toalla y despide en ella un pequeño gritito ahogado.

-Ok, no pasa nada, no pasa nada. Solo lo he visto desnudo... ¿Qué clase de broma pesada es esta? Lo vi desnudo... -se mira al espejo- Realmente no pensé nada pervertido en ese momento, no tengo porque avergonzarme... Además... Cómo es posible que tenga tan buen cuerpo a pesar de parecer tan delgado? ¿Cómo alguien se ve tan bien luego de no hacer prácticamente nada durante un mes? No tiene sentido -se golpea la cara con la toalla repetidas veces- Basta Elisse, será mejor que lo veas, no vaya a hacer algo estúpido.

-¿No lo dejaste tirado en el piso? -le recuerda Erik.

-Ay, es cierto -corre Elisse a recogerlo.

Cuando por fin lo devuelve a su cama, lo observa. Su corazón late muy rápido.

-Cambiarlo fue lo más difícil, ¿no Elisse? -Jack vuelve a molestarla.
Elisse se enfurece, lo materializa y le tira un puñete.

-Ok... -Recupera la calma luego de tomar una gran bocanada de aire- Termino de limpiar aquí y me voy. Le dije a mamá que solo estaría fuera un par de horas y ya me pase a casi tres -toma su teléfono y se sienta al borde de la cama- Le mandaré un mensaje para que no se preocupe y...

De pronto siente que unos brazos la toman por detrás, y la tumban a la cama. Eban se pone encima de ella y su cabello roza la cara de la chica que está en shock, con el corazón a mil por hora.

-¿Qué pretendes haciendo esto? -le dice con la voz apagándose, hasta que sus brazos se dan por vencidos y su cara acaba cayendo en los pechos de la chica.

Elisse entra en crisis.

-Tu corazón late muy rápido...
Esta vez Esteban si se desmaya.

-¡Quítalo, quítalo, quítalo ya! -le grita desde sus adentros Erik.

Mi Loca Mente Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora