Decisión.

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Pero él no sabía qué exactamente, así que se quedó callado.

-¿Qué? ¿No lo sabes?-

Preguntó Ernesto con una risa entre dientes con intención de burla. Su tataranieto estaba muy confundido y asustado, tanto que retrocedía cuando este se le acercaba.

-Desapareces del mundo de los vivos, así como aquí desaparecen los olvidados-

Pero Marco nunca visualizó que a pesar de que así sucediera, su madre aún recordaría a Ernesto, por lo tanto, su desaparición no le afectaría en lo más mínimo.

-¡No me puedes hacer esto! ¡Tengo sueños, tengo aspiraciones!-

Renegaba el menor muy triste y aterrado.

-¿Qué? ¿Acaso no te alegras? ¡Vas a estar a un lado de tu querido tatarabuelo!-

Respondió Ernesto con alegría sarcástica mientras abría los brazos con la falsa esperanza de un abrazo familiar.

-¿Por qué? ¿Por qué me hiciste eso? Se supone que somos familia-

Lloraba.

-Oye, no me quieras echar la culpa completamente, tu también querías venganza, así que tu eliges, haz lo que tienes que hacer y te librarás del tormento, o, sigue jugando a los "mejores amigos" y atente a las consecuencias-

Marco no se decidía, pero sabía que pasaría, traicionar a Miguel para salvar su alma, o aceptar su cruel destino con un gran arrepentimiento.

-¿Cuánto tiempo me queda?-

-No hay un plaso estipulado, hijo, no se trata de tiempo, si no del lugar...¿Pero por qué la pregunta?-

Marco no entendió eso.

-Pues...me gustaría pasar mis últimos momentos con Miguel antes de...antes de...-

Narra Marco

Traicionarlo.

Narrador

Ernesto revolvió el cabello del menor.

-¡Así se habla! Que bueno que ya lo pensaste mejor! Aunque la simple idea de que hayas cambiado de parecer hace un momento me repugna, pero como el tiempo en este conjuro no apremia, puedes visitarme en el cementerio si te arrepientes-

Marco comenzó a escuchar la voz de su madre llamándolo, los ecos resonaban en toda la casona.

"¡Marco!"

-¡Marco! Hijo, ¡ya es hora de levantarse!-

Despertó.

-¿Qué pasó?-

-Pues ya tienes que ir a la escuela, hijo, anda, voy a preparar el desayuno-

Dijo su madre dándole un beso en la frente igual que cada mañana.

Pasó el pequeño de la Cruz entraba en estrés severo, después de ese día, cambió un poco, se perdía en sus pensamientos en la escuela, sus notas bajaron, Miguel se preocupaba mucho por él, quien le preguntaba si todo estaba en orden, a lo cual Marco tenía que decir que sí, para no preocuparlo, para no tener que decirle nada más, durante las clases de música, fallaba, o tocaba sus propias melodías tistes, a veces seguía siendo atormentado por Ernesto, cada vez era más insistente.

Una tarde, saliendo de la escuela, Marco se quedó con la profesora para hablar de su situación académica. Mientras tanto, su novio se había adelantado, para esperarlo afuera.

-¡Miguel, espera!-

Miguel volteó, era una compañera quien lo llamaba, mientras corría hacia él.

Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel RiveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora