Dos almas en una

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5 años después. Tanto Marco como Miguel habían aprobado sus exámenes propedeuticos para poder llevar a cabo sus carreras en el palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, pero sólo se quedaron allá unos días, al regresar al pueblo, sólo para que durante la cena de celebración y bienvenida, Marco le había propuesto matrimonio a Miguel. Este, dichoso aceptó.

Pasaron semanas, y era menester volver a la ciudad.

-Aún no puedo creer que se vayan a la capital de nuevo, mis muchachos, si de por sí fue doloroso que Rosita de fuera a Viena, no soportaría que se fueran ustedes también-

Pues si, cuando Marco decidió quedarse, sabía que alguien debía ocupar su lugar en Viena, y qué mejor persona que Rosa, quien fue envidiado por la odiosa de Catalina por mucho tiempo.

Elena estaba llorando, pues aquellos que ya no eran unos niños ahora tenían planes fuera.

-No llores abuelita, pronto nos volveremos a ver, tienes que estar ahí cuando me case-

Decía Miguel mientras su abuelita le hacía el nudo de la corbata. Crecían tan rápido, cuando era tiempo de partir, se despidieron.

-Gracias por todas sus atenciones, me da gusto poder decir que tanto mi madre y yo somos parte de la familia Rivera-

Dijo Marco, en la puerta despidiéndose de la señora Elena.

-¿Qué pasó hombre? ¿No qué de la familia? No me hables de "usted", quieras o no siempre seré tu abuelita-

Sonrió gustosa. Luego de un abrazo masivo, ambos jóvenes partieron.

Durante el viaje aún seguían emocionados.

-Puede que sólo hayamos estado encerrados en un departamento estudiando, pero ya verás, ahora que vivamos allá por un tiempo vas a ver todo de una manera distinta-

Marco miraba hacia la ventana.

-¿Tu crees? Hace muchísimo tiempo que no visito la ciudad-

Agregó Miguel.

-Espero que no haya cambiado tanto, pero aún así te gustará, ya verás, te llevaré a todos los museos-

Eso hacía que Miguel se emocionara cada vez más.

-¿De verdad?-

Preguntó muy felíz.

-¡Claro! Conocerás muchos museos, las pirámides, iremos al Zócalo, a la biblioteca de ciudad Universitaria, nos perderemos en el metro...-

-¿Hay una ciudad dentro de otra ciudad?-

Miguel se confundió un poco.

-Ay mi tamalito, te faltan muchas cosas que ver-

Y como dijo, durante una estancia sin un fin previsto, pasaron por los lugares más importantes, cada rincón era el más bonito cuando se tenían el uno al otro.

Y qué mejor que empezar sus nuevas vidas juntos que estando casados, si bien no pido haber sido en una iglesia porque prejuicios sociales, eso no los detuvo, pues durante los tres primeros años que tocaron y fueron bien pagados, se tomaron la libertad en casarse nada más y nada menos que en el mismo palacio de Bellas Artes, lugar donde estudiarían en unos días.

Hasta que por fin esa fecha llegó, su familia estaba allí, esperandoles una ceremonia bastante lujosa y formal para casarse por el modo civil.

Pero no eran las únicas personas ahí, pues el público expectante también celebraba su unión, al momento en que ambos aceptaron y firmaron, ahora Marco podía besar al novio.

Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel RiveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora