Aprender

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Para que no piensen que los quiero ver tristes, (el capítulo lo escribí ayer viernes) para que se rían un rato o tengan un semblante de mal gusto v:

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Pero regresar al mundo de los vivos iba a ser más difícil de lo que pensaron.

-Yo no puedo hacer nada, el único que tiene el poder de regresaste es el mismo Ernesto-

-Osh, y con lo mal que nos llevamos ya, ¿En verdad no podemos hacer nada?-

Marco se llevó las manos a la cabeza.

-Desgraciadamente no, pero lo forzaremos a como de lugar, si piensa que pasarás sufriendo su mismo tormento antes tendrá que pasar sobre mi cadáver-

Dijo Valente muy dispuesto a hacer lo que sea con tal de que su hijo regrese.

-Pero, si tu ya, estás...-

Marco se sintió incómodo.

-Es sólo una metáfora-

Sonrió el esqueleto.

-Pero eso no explica porqué Miguel y yo aparecimos juntos-

Marco miró a Miguel quien ya se había acabado el cartón de leche, ya se sentía mucho mejor.

-Ustedes tienen algo, algo que los conecta, díganme, ¿han recibido regalos por parte de una de sus familias?-

Miguel al oír eso recordó algo y metió la mano en su bolsillo sacando la moneda de plata, haciéndola brillar ante la luz.

Marco hizo lo mismo, luego de eso, ambos niños se miraron a los ojos, y de la nada volvieron a sonreír, como si eso hubiera sido un golpe de suerte a pesar de lo vivido.

-¿Y esas monedas?-

Preguntó el esqueleto.

-Mi abuelita me las regaló en mi cumpleaños, yo le di una a Marco hace tiempo-

Dijo Miguel, ya tenía otro semblante, uno más positivo.

-Y yo la llevo conmigo siempre a todas partes, es mi posesión más valiosa-

Decía Marco aún sin quitar esa ligera sonrisa que hizo que Miguel desviara la vista porque sentía que se ruborizaba.

-Hmmm, tenemos una ventaja y una desventaja, esos objetos los protegerán hasta que hayan cumplido su función, pero mientras tanto, ustedes han creado una conexión con esas monedas, por lo cual uno no puede regresar al mundo de los vivos sin el otro, a pesar de tener la bendición de un familiar-

Valente tomó su sombrero para colocarlo en su cabeza.

-¿Entonces qué tenemos que hacer?-

Preguntó Marco.

-Hay que llevar a Miguel con su familia, nosotros nos encargaremos de deshacer el embrujo en el que te metiste, hijo-

-Ay-

Marco volvió a sonreír piadosamente pues lo menos que necesitaba era un sermón, luego de eso, salieron para buscar a la familia Rivera.

No les tomó mucho tiempo, pero durante el intervalo, Valente trataba de comprender que su hijo siempre había tenido una obsesión por Ernesto de la Cruz, sólo que no se había dado cuenta y no quería aceptarlo, ya que eso le había traído muchos problemas.

Al tocar la puerta de la casa, sólo les quedaba esperar.

-¿Héctor puedes abrir por favor?-

Decía Imelda. Su marido se dirigió a la puerta y al abrirla ahí estaba Miguel.

Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel RiveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora