Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel Rivera

Regresando

En el mundo de los vivos, todos estaban buscando a Marco, su madre se la pasaba interrogando a Miguel, trataba de no verse como una maniática, pero estaba muy aterrada pues no sabía nada de su hijo, de cualquier forma Miguel lo entendía.

-Si señora, fue...fue mi idea salirnos de la casa...-

-¿Estás seguro?-

Preguntaba ella muy triste, y esa tristeza contagió a Miguel haciéndolo llorar, de cualquier forma se puso en sus zapatos y comprendió que lo que ella sentía.

-¿Y por qué se separaron en el panteón? ¿Por qué?-

-Porque...nos peleamos y y él se fue por su lado y yo por el mío, él ya no estaba cuando yo me caí en ese hoyo y ahora no sé nada de él-

Y pues no podían obligarlo a hacerlo aparecer, ¿O si?

Al entrar a su habitación después de despedirse de su aparentemente ex suegra, se encerró mientras continuaba llorando.

-¿Miguel? ¿Estás bien? ¿Quieres que hablemos?-

Luisa tocaba la puerta del otro lado.

-Quiero estar solo mamá...-

-Está bien hijo, hablaremos cuando tu quieras, pero recuerda que no estás solo, intenta dormir-

Habiendo dicho eso, Luisa regresó a la sala, Miguel continuaba llorando,sus sentimientos habían cambiado desgraciadamente, lo único que sentía por Marco era decepción, y sobre todo, odio.

Narra Miguel

¿Por qué me hiciste esto? Yo si te amaba...fui un estúpido al pensar que cambiarías, pero yo tuve la culpa por creer en ti...por confiar en ti.

Te odio Marco, ojalá te quedes ahí para siempre.

Narrador

Miguel sentía un dolor intenso en el pecho, producto de la ansiedad que le causó esa ruptura amorosa. Estaba totalmente deshecho. Se había cumplido la condición.

Y de vuelta al mundo de los muertos...

-Esa canción es estupenda, ¿Puedo usarla para...?-

-Oh ¡nada! Si quieres cantarla consigue tus propias ideas, Marco-

Advirtió Héctor, no permitiría que esa canción también fuera plagiada por ese mini Ernesto.

-Osh...-

Marco lo veía molesto, ambos no se simpatizaban.

-No le hagas caso, Ernesto nos hizo mucho daño, incluyéndote...-

Imelda hacía tap tap en la cabeza de Marco con su mano.

-Ya sé...me siento tan mal de llevar su sangre, de ser su familia-

Marco volvió a entristecerse.

-Hey, tranquilo, la familia no es la que lleva tu sangre, si no la que está contigo y te lleva en el corazón-

Imelda acariciaba el cabello del menor con ademán.

-La familia de Miguel era muy servicial conmigo y con mi mamá, nos trataban como si fuéramos de la familia...tanto así que me mandaban a mí a la tienda por las tortillas y hasta lavaba mi plato-

Marco entre tristeza sonreía melancólico y una lágrima bajaba por su rostro.

-Pues ahí está, y si supiste ganarte a esa familia, estoy segura que nosotros que ya estamos muertos también te consideramos parte de la familia-