Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel Rivera

Situación crítica

Cuando consideraron oportuno descender, Pepita aterrizó en uno de los jardines, estaba lleno de arbustos sin podar, después de eso volvió a los aires, sabría en qué momento buscar al resto de la familia y traerla para que se armaran los putazos.

-Será mejor separarnos-

-¿Estás segura, mamá Imelda?-

-Claro, este lugar es muy grande y todo juntos nos será más tardado, tienen que regresar al mundo de los vivos pronto-

Caminaban hasta adentrarse.

-Pero...¿Y mi mamá Coco? Puede ser peligroso para...-

-¿Qué? ¿Crees que es peligroso para mí?-

Interrumpió su bisabuela.

-Ah es que...-

-No por nada soy la gran luchadora Coco, ¿Verdad?-

-Ay-

Miguel sonrió puesto que eso le traía tantos recuerdos bonitos.

Luego de eso, Miguel y Dante su única compañía, se adentraron en la fortaleza al igual que los otros al separarse.

Todo estaba silencioso, abandonado.

-¿Crees que Ernesto sepa que estamos aquí?-

Le preguntaba Miguel a su guía espiritual.

Este no decía nada, pero estaba alerta todo el tiempo.

De pronto, entre el absoluto silencio el cual era interrumpido por los pasos que Miguel daba...

Un pequeño estornudo a lo lejos del pasillo hizo que ambos se aturdieran haciendo que Dante saltará hacia el regazo de Miguel, el miedo los estaba venciendo.

Pero no duró mucho, pues el alebrije volvió al suelo y comenzó a seguir a aquella cosa que estornudaba.

-¡Dante!-

Miguel gritaba en voz baja mientras iba tras el.

Y lo que en verdad estaba persiguiendo era otro alebrije, se trataba del pequeño Mayco, pues tenía moquillo.

Héctor recorrió la sala principal de techo de cristal, era extraño para él que la luz de sol no ño traspasara, lo que lo hacía preocuparse más.

Narra Héctor

Apresurate Miguel.

Narrador

Se encontraba consternado pensando en que tal vez ya le había pasado algo a su tataranieto.

Cuando Coco buscaba algún indicio del tal Marco, creyó haber visto a alguien en una sala de estar, frente a la chimenea sobre su sofá dándole la espalda.

Asomó la cabeza por la puerta sin hacer ruido pero al ver mejor, se trataba de Ernesto, quien sentía una presencia detrás de él, así que volteó a ver quién era.

-¿Marco?-

En ese preciso momento Coco se quitó de allí, se quedó callada escuchando pasos ir hacia ella.

-Yo sé que extrañas a tu familia y al mocoso de Miguel, pero verás que no es tan malo...-

Ernesto salió de la sala de estar, pero no vio a nadie, eso le pareció tan extraño que entrecortado un poco los ojos sospechaba que algo andaba mal, así que fue a buscarlo, Coco, mirándolo escondida, decidió seguirlo mientras pensaba en algo que lo mantuviese ocupado y de ese modo no toparse con ninguno de los demás durante la búsqueda.