Problemas.

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Las escenas más catastróficas de Miguel pasaron por su mente mientras la mirada pesada de su padre lo atormentaba, tanto así, que comenzó a llorar.

Marco se había trepado con mucha dificultad a un árbol para que la señora Elena no lo alcanzara.

-¡Auxilio!-

Estaba aferrado a una rama mirando hacia abajo.

-¡Bájate de ahí chamaco! ¡Andale que no te voy a hacer nada!-

Pero ella estaba esperando hasta la más mínima distracción para darle un chanclazo.

Miguel volteó a ver esa escena y se preocupó mucho por Marco.

-¡Te estoy hablando, Miguel!-

Pero su padre, al darse cuenta que el niño estaba distraído viendo a su "amigo" trepado, decidió que ambos le debían una explicación, así que fue hacia donde estaba ese árbol.

-¡No papá, espera! ¡No le hagas daño!-

Miguel trató de detenerlo, pero le fue imposible, su mamá lo detuvo para calmarlo.

Enrique llegó al árbol.

-¡A ver, mocoso, te bajas tú, o te bajo yo?!-

-¿En serio? Porque no sé cómo bajar-

-¡No pos, salta y yo te cacho!-

-¡No, no, no, eso no!-

-Salta o te bajo de las greñas chamaquito sin vergüenza!-

-¡Ay quiero a mi mamá!-

Marco estaba muy asustado, pero vio a Miguel A lo lejos llorar, eso lo hizo sentir mal, y no podía demostrarle miedo ahora, tenía que hacer algo, así que, hizo su miedo a un lado, trató de bajar pero no pudo, así que mirando bien al papá de Miguel, se soltó, este lo atrapó y lo colocó en el suelo.

-¡Papá!-

Miguel corrió para interponerse entre él y Marco, evitando que algo malo sucediera.

-¡A ver, los dos me deben una explicación!-

-Tranquilo, Enrique-

Advirtió Luisa, pues no quería que su hijo saliera afectado.

-¿Cómo pides que se tranquilice? ¿Si te das cuenta que a tu hijo le gusta comer camote?!-

Interfirió la señora Elena.

-¡Señora por favor, no me gusta como se expresa así de su nieto!-

-¡Bueno ya! Dejen hablar a los chamacos de una vez!-

Impuso el orden Enrique.

-Bu-bueno es, es...que n-nosotros...-

Miguel ya estaba balbuceando de los nervios y el pánico que tenía encima, por ende, Marco decidió hablar.

-Lo que pasa...es que, nosotros nos queremos...-

No pudo creer que haya dicho eso, sonó muy cursi a su punto de vista, pero era necesario.

-¡A ver a ver! ¡¿Cómo que se quieren?!-

Su padre no comprendía.

-E-eso y-ya sabe como, ¡y no vamos a dejar de querenos jamás ni porque usted lo diga!-

Marco tenía los nervios a flor de piel, pero para él, no le importaba nada más que estar con Miguel, por esa razón, lo hizo a un lado, para poder encarar al señor Rivera, para poder enfrentarlo.

Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel RiveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora