~68~ FINAL

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Una vida llena de miedo, de sufrimiento, de oscuridad. Pero hace un tiempo que mi vida comenzó a tornarse de colores. Gracias a las personas que forman parte de mi vida hoy en día, a pesas de todos los errores que cometí. Siguen incondicionalmente. Si me dijeran hace dos años atrás que tendría otros amigos aparte de Duncan. No me lo creería. No por el hecho de que nadie pudiera congeniar conmigo. Si no que no ponía mi confianza en otra persona que la que estuvo a mi lado en los momentos en que no tenía a nadie. Ahora cuento con otros chicos que me quieren y valoran nuestra amistad como la valoro yo. Steven, Scott, Jasón, Lucas, Richard, Vanessa, Alex, Lis, Giselle... resultaron ser muy importantes en mi vida.

Como no mencionarla a ella. Leia. Esa persona que llegó a mi vida por medio de un contrato. Quien diría que conocería al amor de mi vida por el precio de mis servicios.

Comenzó en una universidad cualquiera, con personas cualquieras. Mi vida es muy diferente ahora de lo que fue en su momento. De juegos de chiquilines terminé en el día de mi boda. Un asombro.

Pasé de prestar mis servicios a mujeres maduras a darle todo mi amor a sola una. Me siento orgulloso y agradecido. Ella es una persona espectacular en todos los sentidos. Admiro su preocupación por las demás personas, como siempre esta predispuesta a ayudar a otro. Siento que es mucho mas de lo que verdaderamente merezco. Quizás no debería tirarme tan abajo. Algo bueno debo tener para que una persona así se enamorara de mí.

Observo el cielo y sonrío. Sin dudas hoy es el día mas importante de mi vida. Sin dudas, me gustaría que mis padres estuvieran presentes. Pero bueno, me toca disfrutar con las personas que están a mi lado.

En momentos solamente estaré dando el ¨si, acepto¨. No seré el único que lleve mi apellido. Ahora seremos dos.

Y aquí me encuentro. Con las manos algo húmedas y con los nervios a flor de piel, esperando a que mi futura esposa entré por la gran puerta de la iglesia. La señora que se encontraba en el piano comenzó a mover los dedos dando lugar a la melodía que anunciaba que ella estaba entrando. Me di la vuelta. Mis ojos contemplaban lo mas bello que habían visto en mi vida. Leia con un hermoso vestido blanco que le quedaba pintado, entrando tomada del brazo junto a su padre, León. Tragué. La emoción comenzaba a recorrer todo mi cuerpo. Pues, uno no se casa todos los días de su vida. Me perdí en su mirada. Notaba lo nerviosa que se encontraba. Del mismo modo que yo.

Su padre me regaló una sonrisa antes de brindarme su mano. No hizo falta que dijera nada. Lo leí en sus ojos. Sabía que me estaba entregando lo mas preciado que tenía en su vida. Y que ahora en más, sería lo mas preciado en la mía.

Tomé su mano y la apreté solo un poco, para que sintiera que estaba de igual modo que ella.

El padre comenzó con el protocolo de ceremonia. No se exactamente las palabras que usó. Casi no le prestaba atención. No es como no me fuera importante. Me encontraba observando la imagen de la cruz frente a mí. Me tomé la libertad de tener una charla mano a mano con Dios. Le agradecí una y mil veces , frente a mis amigos y frente a ella, que protegería con todo de mí esta unión.

Las palabras mágicas ¨¿Aceptas a Leia Rouse Conte como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida?¨ hicieron eco en mi mente. No tardé en responder con un ¨Si, acepto¨. Luego, la misma pregunta le hicieron a ella.

Y así fue como culminó la ceremonia. Oficialmente estábamos casados ante Dios. La fiesta fue en la mansión, como había espacio de sobra, Leia quiso hacerlo ahí.

Le prometí la fiesta de sus sueños y creo que cumplí por encima de las expectativas. Además de mis amigos y mis socios mas cercanos. Se encontraban varias personas de la empresa y varios inversionistas. También acudieron varios medios de prensa locales e internacionales.

Disfruté junto a mis seres queridos esta noche.

Solo quedaba pasar nuestra larga luna de miel recorriendo el mundo...

~Fin~

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