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¿ Y si le sucedió algo?

La primer semana lo veía de lejos pero él simplemente me ignoraba.

¿Por qué lo hacía?

Realmente disfrutamos aquel fin de semana, minímamente que me saludara.

Necesitaba saber de él...

Agarré mi teléfono y decidí mandarle un mensaje de texto.

– Hola, ¿Estás? Necesitamos hablar Nova.

Al instante recibí su respuesta.

– Si, acá estoy. ¿De que quieres hablar Leia?

– ¿Algo anda mal?

– ¿Qué tendría que andar mal?

– No lo sé, por eso te escribí. Pensé que por lo que había pasado, nosotros podríamos intentarlo.

– ¿Intentar que? Te estás haciendo una película en tu cabeza que no es. Por favor, recuerda el contrato.

Mi corazón se rompió al leer aquel mensaje.  Yo tan enamoradiza creyendo que esto iba a funcionar, pero solo fue un servicio que él me brindó, no había mas nada que agregar a eso. La responsabilidad solamente la tenía yo por confundir mis sentimientos en dos días y eso era lo mas patético de toda esta situación. Había probado sus labios e inconscientemente me negaba a querer dejarlo atrás,  ¿Tanto afecto de cariño necesitaba? Porque no es posible que me haya creado una realidad paralela a lo que estaba sucediendo realmente.

Así pasaron varios días, sin cruzarme con él.

La pantalla del teléfono celular se iluminó, lo tomé y tenía una nueva notificación de WhatsApp. Abrí el mensaje.

+543755605855 te ha añadido al grupo "Los peleles sin futuro"

¿Por qué ese nombre?

¡Era Steven!, recuerdo que le había pasado mi número antes de irnos.

– Armé el grupito para organizar la salida de mañana –Steven

– ¿Cuál salida? Me gusto el nombre Ja ja –Lucas

– La salida que tengo pensado hacer en un bar llamado ¨Melocotón¨ en Av. Payro y Uriarte a las ocho de la noche. ¿Quién se prende? –Steven

– Yo me prende hombre –Scott

– Yo también voy chicos –Vanessa

– Cuenten conmigo –Jason

– Voy con una sola condición –Lucas

– ¿Cuál? –Vanessa

– ¡Que consigan mujeres para todos! Ja ja –Lucas

– Claro que si hombre, saldremos los cinco de putas –Jason

– Los cinco no, se olvidan de Nova. No creo que le agrade a Leia ese comentario, Jason. –Steven

– Uy, lo olvidaba. Lo siento pequeña –Jason

– No te preocupes por eso, aunque no creo que Nova pueda asistir, de igual manera iré yo.

Apagué el teléfono y lo conecté al cargador. Estudié un poco hasta que el sueño estaba comenzando a aparecer, dejé todos los libros sobre el escritorio y me acosté tratando de dormirme pero no había caso, en mi cabeza solo pensaba la explicación que tenía que darles a los demás sobre Nova ¿Y si les decía que habíamos terminado?, aunque no estaba segura si me iban a creer...

Me levanté al día siguiente a las nueve. Agarré mi teléfono y lo prendí. Habían tres mensajes nuevos en el grupo. Uno era de Nova.

– Cuenten conmigo si. Tenía otros asuntos pero se cancelaron.  –Nova

– Que buena onda, estaremos todos – Steven

– Nos vemos en la noche – Scott

¿Que clase de broma era esta? , ¿Cómo haríamos con nuestro supuesto romance?

Busqué a Nova en mis conversaciones y le escribí.

– ¿Por qué has puesto en el grupo que irás? No te parece que ya debes de desaparecer. Tu papel ha terminado desde aquel fin de semana. 

– Porque tengo intenciones de ir. Los chicos me han agradado lo bastante para seguir en contacto con ellos.

–¿No te parece que estás cometiendo un error? ¿Donde quedó ese trato profesional? Igual, respeto que quieras seguir teniendo contacto con ellos, pero creo que lo conveniente sería que no asistas, yo les diré que nosotros hemos roto y después tu sigue viéndote con ellos por otro lado. 

– ¿Querías tener una relación hace unos días y ahora quieres evitar tenerme cerca e involucrarte conmigo? Mientras que tengas claro el acuerdo, no sucederá nada.

Pensé que responder. Quería besarle otra vez, eso no había dudas, pero... ¿podría esta vez dejar esos sentimiento de lado?

– El contrato solo mencionaba el fin de semana, aquel de la cena de compromiso. No es válido para lo de hoy a la noche.

– Haré uno nuevo, donde ya este programado futuras salidas junto a la fiesta de casamiento.

¿Futuras salidas? Ay no, esto acabará con mi psiquis.

– Independientemente que lo quiera, no tengo mas dinero. Así que no hay otra solución mas de la que te di en mensajes anteriores, vamos a terminar esto de una vez.

– Quiero ir a la fiesta de casamiento. Después de eso, tú diles lo que quieras. 

– No tengo cuatro mil dolares, Nova. 

– No me harán la diferencia en estos momentos. Agregaré un anexo al contrato que ya tenemos acordado.

– Bien, si es lo que quieres... yo quiero que agregues una cláusula mas; que no pueden existir terceros mientras llevemos a cabo esto.

– Bien, como quieras. En la tarde lo hago.

No respondí. Dejé el teléfono sobre la cama para analizar un poco lo que estaba ocurriendo. Por los mensajes, entendía que él quería continuar con esto; ya que habló de futuras salidas y la fiesta de casamiento de Giselle y Richard. Pero, ¿hasta donde estaba dispuesta a llegar con tal de tenerlo por unas horas? para esa pregunta todavía no tenía una respuesta concreta. ¿Podrá soportar mi corazón lo que vendría? Quizás si, quizás no... eso lo sabría sobre la marcha. 

Quería aprovecharlo nuevamente y esta vez no me costaría cuatro mil dolares...

Un beso
P.

•El precio del servicio•© #EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora