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– Esto es magnífico Nova. Quién podrá atacarnos mientras estemos protegidos aquí.

– Los asesinos de mis padres están detrás de mí. Ya saben que el hijo de Eduard apareció y quiere venganza.

– ¿Cómo lo sabes? –preguntó curioso– ¿Quién crees que está detrás del asesinato de tus padres?

– Lo sé Duncan. Tengo un presentimiento que pronto sabré quién o quienes son los culpables. Pero tengo que ser paciente, ya llegará el momento que éste cara a cara con el asesino de mis padres.

– Y yo estaré a tu lado para hacerlo pagar. En las buenas siempre y en las malas, mucho más.

– Siempre juntos –chocamos puños

– ¿Cómo se tomó Leia que irás a una reunión con Anabel?

– ¿Cómo crees que se lo tomó? –comencé a reír– no le agradó en lo más mínimo. Comenzó a gritar como una loca diciendo que la iba a engañar y no sé cuantas otras cosas más.

– No sé porque pero me lo imaginaba –comenzó a reír mi amigo– ¿Por que no irá contigo?

– Por que no la invité.

– ¿En su lugar invitaste a Anabel? Como para que no pegue el grito en el cielo.

–suspire– Es necesario que Anabel asista junto a mí a la reunión Duncan. Leia no puede acompañarme, no puedo asistir con las dos al mismo tiempo.

– Sabes que quiero a Leia, Nova.

– Si –bufé– tengo presente que todos los que tengo a mi alrededor tienen un gran cariño hacía ella.
Yo no siento que este haciendo las cosas mal.

– Las mujeres son complicadas. Ella pensará que tienes algo con esa mujer que prefieres que te acompañe Anabel antes que tu propia novia.

– Tan solo me conviene que asista conmigo Anabel. Y Leia tendrá que entender eso.

– Suerte con ello amigo.

(. . .)

Pov Leia

– A ver... Corrígeme si me equivoco. ¿Estás aquí, acostada todo el santo día con una cara horrible porque tu novio asistirá a una reunión con otra mujer y no contigo?

– Exacto. No puedo creer que no quiso que lo acompañara Alex. Ni siquiera me invitó. Tan solo dijo "Iré a una reunión con Anabel" –traté de imitar su voz

– Bien. Te pondrás sexy y saldremos de fiesta. Que vea que mientras él tiene esa bendita reunión tu no te quedarás en casa llorando como magdalena querida.

– ¿Qué tienes planeado? –pregunté esperanzada

– Ponte un vestido que te quede perfecto. Yo te maquillaré para que quedes preciosa.

– ¿Luego que? –me levanté de la cama y me puse de pie

– Te sacarás fotos sexys y las subirás a tus redes sociales. Esas redes sociales que en su momento Nova te dijo que no usarás. Saldremos a bailar junto a mis amigos gays y te sacarás fotos con ellos también.

–¿Todo esto para que Nova lo vea? –dibujé una sonrisa

– Para que Nova vea lo que se está perdiendo en estos momentos por estar con la ramera esa.

– Bien. Me gusta la idea. Verás que tan divertido será, mi amor –hablé como si Nova estuviera escuchándome

– Buscá ese vestido rojo que te regalé hace un tiempo que te queda pintado.

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