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POV NOVA

Quizás había sido algo egoísta de mi parte la manera en que le dí a entender a Leia que debería elegir entre quedarse conmigo o irse con Jason. 

No deseaba que ella se enterara de todo este negocio en el que estaba involucrado. Tenía que haberse mantenido distanciada, después de todo, nosotros no habíamos terminado muy bien después de que me haya quedado en su casa escapando de la policía y ella se tomara un avión y se fuera con Jason. Lo correcto habría sido que este lejos de mí y de los peligros que asechaban. Pero a pesar de ello, no podía perder ante él y eso de hacer lo correcto se había ido a la mierda ese día que la invité a venir conmigo en este viaje. No me importó que ellos estuvieran juntos y la besé e insistí para que se quedara conmigo. Lo había logrado.

No todo lo que le había dicho a ella era verdad. La apuesta que había hecho con Duncan nada tuvo que ver con la decisión que había tomado. Todo era más complejo para mi. Porque tenía muchos sentimientos encontrados hacia ella. Decir que quería tenerla a mi lado solo para no perder ante Jason era mentira, eso no era lo que sucedía. Si quería que este conmigo antes que con él porque no soportaría mucho tiempo que sus ojos lo miraran de la misma forma en que me miraban a mi. No estaba enamorado de Leia, no sentía amor por ella, pero no significaba que no podría llegar a sentirlo. En el fondo de mi corazón, quería estar con ella y que me enseñara a amar con la magnitud en que ella lo hacía y yo poder enseñarle cosas mías. Ser un complemento. Ella era la mejor persona que podría tener al lado; hermosa, dulce, sencilla y con un enorme corazón. No bastó conocerla mucho para saber que tenía un corazón puro, de oro. Ella era la única mujer que no sería capaz de clavarme un puñal por la espalda por el simple hecho de que estaba enamorada de mí, y a pesar de que no tuviera un amplio conocimiento en temas de sentimientos y relaciones, sabía que no era un sentimiento para tomarlo a la ligera. Ella era la persona correcta que podría sacar de mi corazón, todo el odio que tenía guardado por la muerte de mis padres.

A pesar de eso, por ahora, era todo lo que podría ofrece. Hacer las cosas que se consideraban correctas en una relación para hacerla feliz. Estando con ella, la mala vida llevada debía de terminarse.  Nunca consideré que hice sufrir a alguna mujer en mi vida. Siempre dejaba en claro cuales eran mis intenciones desde el comienzo para que no esperaran nada bueno de mí. Pero, por alguna extraña razón, notar que era el causante de esa hermosa sonrisa, me hacía feliz. 

Con Ángel compartíamos los mismos pensamientos e ideologías. No necesitábamos una etiqueta en lo que teníamos, por eso fue la que más cerca estuvo de lograr tenerme como pareja. Nos era agradable el tiempo compartido y así fue como comenzó todo pero siempre se mantuvo en una amistad, donde dos amigos por las tardes se contaban sus problemas y por las noches, lo resolvían bastante bien en una cama. Era una especie de consuelo para ambos.

Mi teléfono comenzó a sonar. Desbloqueé el aparato y era él. Jason

– No te cansas de meterte en el medio de mi relación con Leia. ¿Qué es lo que estas planeando? Lo único que haces es confundirla más y más. Ya deja de jugar con sus sentimientos. Déjala tranquila – Jason

Dudé en contestar. No sabía si Leia ya le había adelantado algo por mensaje. Lo que si tenía claro era que no debía enterarse por mí, no debía ser yo quién hablara con él. 

– ¿Hablaste con Jason? –pregunté a mi chica mientras bajaba las escaleras.

– Aún no –suspiró y se sentó a mi lado en el sofá– no se como decírselo. 

Tomé el teléfono y le mostré el mensaje que había recibido minutos antes. Ella lo leyó atentamente y noté en su rostro, preocupación. Sabía que esta situación no era grata para ella. A pesar de todo, le tenía cierto cariño.

– Se que estas cosas deberían hablarse personalmente –comenté– pero ya lo sabe, Leia. Por lo menos contéstale los mensajes. No dejes que se vuelva loco –ella asintió y tomó su teléfono. No me importó saber que estaba tecleando exactamente en respuesta, dejé que ella le dijera lo que consideraba mejor.

– Dios, que mala mujer soy –llevó ambas manos a su rostro y comenzó a llorar.

¿Qué debo hacer en estos momentos?

No supe muy bien como tomar aquel llanto. Tomé sus manos y las quité de su rostro, ella me observó con lagrimas en ellos. Con el pulgar limpié todo rastro.

– Perdóname por haberte puesto en esta situación –atiné a decir. No sabía bien que decir para calmarla.

– Me odiará –respondió ella.

– No la hará, Leia. Nadie puede llegar a odiarte. No sé como consolarte –me sinceré– lo único que puedo decir es que estamos juntos y es un nuevo comienzo para ambos. Disfrutemos de lo que tenemos y no pensemos en los demás. Jason podrá estar enojado en un comienzo, es completamente normal, pero veras que al pasar el tiempo, se le pasará y todo estará bien.

– Señor –interrumpió uno de mis trabajadores– los estilitas ya están aquí.

– Escóltalos hasta la habitación donde la señora se preparará –hablé.

– Iré a ponerme linda –se acercó y besó mis labios.

– Serás el centro de atención esta noche –respondí con una sonrisa– tendré mis ojos puestos en ti toda la velada.

– No seas celoso –golpeó mi pecho.

No eran solamente celos, lo que ella desconocía es que efectivamente estaría en la mirada de todos los presentes porque la estaría presentando en sociedad como mi mujer.


Era hora de sentar cabeza...




Hola pequeñas💕
Nueva actualización

Un beso
P.

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